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EDITORIAL


Por: Alfonso Blanco
SECRETARIO EJECUTIVO DE OLADE


Latinoamérica y el Caribe disponen de un capital humano poderoso enfocado al sector energía. Ingenieros, economistas, abogados, sociólogos, profesionales de las finanzas, investigadores de todas las áreas, la mayoría formados en nuestras universidades y que poseen vínculos estrechos con la comunidad internacional, son los líderes actuales de un sector que, a lo largo de la historia y más allá de los ciclos económicos, ha demostrado ser dinámico y pujante.

En tal sentido, los centros de investigación de la Región han sido una parte fundamental del desarrollo de las grandes obras de infraestructura, de los profundos cambios regulatorios, de la exploración de nuevas tecnologías, del aprovechamiento de nuestros recursos naturales, de las transformaciones que cada uno de nuestros países ha atravesado. Son estos centros de investigación los que producen un rico material académico muchas veces poco conocido. Generalmente, es más probable que en nuestras universidades se utilicen casos de estudio, literatura de respaldo o trabajos académicos provenientes de universidades de Estados Unidos o Europa a que se explore la producción científica de las universidades e investigadores de la Región.

La pregunta es ¿cómo trabajar para levantar esta barrera? ¿cómo podemos vincular a nuestros centros de investigación? ¿cómo podemos potenciar la integración del conocimiento?

Una de las formas es lograr que nuestra producción científica sea publicada. Sin embargo, más allá del valor de la producción académica y científica orientada al sector energía, Latinoamérica y el Caribe no logra marcar una fuerte presencia en las publicaciones arbitradas de alcance global. La producción académica de la Región tiene importantes trabas para acceder a los principales “Journals” y otras veces los intereses específicos de nuestra región no son la prioridad que observan otras regiones, lo cual también sesga el contenido de la investigación. Nuestros investigadores terminan trabajando en temas que presentan especial interés para otros, pero poca aplicabilidad para nuestra realidad.

A lo largo de mi carrera profesional he ido observando estas trabas, y hoy al frente de OLADE y acompañado de un formidable equipo de colaboradores nos hemos planteado el desafío de trabajar de forma consistente en generar un instrumento regional que permita realzar el valor de la producción científica de los investigadores orientados al sector energía. Estoy convencido que la producción científica es uno de los pilares para el desarrollo y también estoy convencido que el sector energía es uno de los pilares del desarrollo futuro de LAC.

A partir de este gran convencimiento de que desde OLADE es posible contribuir al desarrollo de nuestra región, he impulsado la reconversión de una publicación histórica de la organización. ENERLAC fue siempre el canal de comunicación de OLADE con la comunidad energética regional y a partir de hoy ENERLAC empieza a expandir sus horizontes para transitar el camino hacia constituirse en una publicación indexada que canalice y difunda la producción académica y científica de nuestros principales centros de investigación y universidades orientada al sector energía de Latinoamérica y el Caribe.

Con este primer número de ENERLAC presentamos un total de seis artículos académicos sobre distintas áreas de conocimiento del sector. La revista con periodicidad bianual contará asimismo con el aporte de referentes del sector aportando su visión sobre temas de interés regional.

Damos así el inicio a una nueva fase de ENERLAC y esperamos apoyar así al desarrollo de conocimiento y capacidades en toda nuestra región.