ANÁLISIS DE LAS PRÁCTICAS DE QUEMA Y VENTEO DE GAS NATURAL ASOCIADO.
OBSTÁCULOS Y AVANCES EN LATINOAMÉRICA
María Elena Ayuso
Economista de la Universidad
Central de Venezuela, con especialización en Gerencia del Negocio del
Gas Natural (en tesis) de la Universidad Simón Bolívar, Caracas,
Venezuela. Gerente Regional de ventas en Panamerican Technology Group.
meayuso@gmail.com
Recibido: 16/ene/2017 y Aceptado: 22/may/2017
ENERLAC. Volumen I. Número 1. Octubre, 2017 (66-105).
RESUMEN
En el presente artículo se
analizarán las prácticas de quema y venteo de gas natural asociado en
términos generales, y en tres países representativos de América Latina,
a saber: Ecuador, México y Venezuela. Para tales fines, primero se
contextualizará el tema a través de la explicación de las razones
técnicas y económicas de la quema y venteo sostenido de gas natural
asociado, su impacto en la economía, la sociedad y el ambiente, y las
políticas públicas y regulaciones que han surgido para prevenir y/o
corregir estas prácticas. Posteriormente, se expondrá la magnitud
volumétrica (cantidad de gas natural asociado quemado y venteado), la
magnitud económica (valor de mercado y costo de oportunidad de ese gas,
versus los costos de inversión requeridos para reducir la quema y el
venteo) y la magnitud ambiental (cantidad de CO2 liberado a
la atmósfera), en el mundo y en los países seleccionados, a los fines
de mostrar la importancia del tema. Finalmente, se resumirán las
mejores prácticas regulatorias implementadas a nivel mundial que han
favorecido y/o coadyuvado la reducción de las prácticas de quema y
venteo de gas natural asociado, y se emitirán las recomendaciones
pertinentes.
A lo largo del documento se
observará que, aunque las complejidades técnicas y ausencia histórica
de infraestructura para la explotación del gas natural asociado han
sido las principales causas de los actuales niveles de quema y venteo
de este hidrocarburo, hoy en día, se ha transformado en un tema
económico debido a los altos costos de las inversiones requeridas para
el aprovechamiento del gas, versus el valor del mismo en los mercados,
convirtiendo al financiamiento en uno de los factores clave para
reducir las prácticas de quema y venteo de gas. En la sección sobre la
magnitud económica se demostrará que, cuando el gas recuperado se
valoriza a costo de oportunidad, su comercialización cubre el 50% de
las inversiones de capital, necesarias para minimizar dichas prácticas
y, en el apartado de magnitud ambiental, se observará que las emisiones
de CO2, en los países seleccionados, son lo suficientemente
representativas como para estructurar proyectos que opten a créditos
internacionales por reducción de gases de efecto invernadero. Asimismo,
se expondrá cómo las instituciones nacionales contribuyen a la
reducción de la quema y venteo mediante políticas fiscales y
regulaciones internas, mientras que las instituciones internacionales
son una alternativa viable para obtener apoyo técnico y financiero.
Palabras clave: Quema, Venteo, Energía, Gas Asociado, América Latina.
ABSTRACT
This paper will analyze the nature
and magnitude of associated natural gas flaring and venting practices
in general terms, and in three representative countries of Latin
America: Ecuador, Mexico, and Venezuela. To this end, emphasis will be
made on the study of the root cause of the sustained flaring and
venting of associated gas, and its impact on the economy, society, and
the environment, as well as the public policies and regulations that
have emerged to prevent and/or correct these practices. In relation to
the magnitude, it will be exposed the technical size (volume of
associated natural gas flared and vented), the economic size (market
value and opportunity cost of that gas, as well as the capital
expenditures required to reduce the flaring and venting) and the
environmental (amount of CO2 emitted to the atmosphere), in
the world and in the selected countries, to show the importance of the
subject. Finally, we will summarize the regulatory measures implemented
in the selected countries that have favored/contributed to the
reduction of the associated natural gas flaring and venting practices,
and the relevant recommendations will be issued.
Throughout the document, it will be
noted that although the technical complexities and historical absence
of infrastructure for the exploitation of associated natural gas have
been the main cause of the current levels of flaring and venting of
this hydrocarbon, today it has been transformed into an issue of
economy nature, due to the high investment costs required for the use
of the gas, versus the value of the gas in the markets, making
financing one of the key factors to reduce the flaring and venting
practices of gas. The impact of these practices on the economy,
society, and the environment, as well as the use value of gas, have
stimulated the inte-rest of national and international organizations in
offering this technical and financial support. In the section on the
economic magnitude, it will be shown that the commercialization of
recovered natural gas covers 50% of the investments ne-cessary to
minimize flaring and venting when gas is valued at the opportunity
cost. And in the section on environmental magnitude, it will be noted
that CO2 emissions in the selected countries are
representative enough to structure projects that opt for credits for
reducing greenhouse gases.
Keywords: Flare, Vent, Energy, Associated Gas, Latin America.
INTRODUCCIÓN
La existencia del gas natural
asociado se conoce desde el inicio de la industria petrolera, sin
embargo, a diferencia de los hidrocarburos líquidos, siempre ha tenido
problemas de transabilidad, relacionados a sus propiedades físicas y a
los retos tecnológicos que implican su manejo, lo que circunscribió su
uso al área de los campos petroleros, para ser reinyectado a los
yacimientos con fines de recuperación secundaria, o destinado a
satisfacer la demanda de los centros de consumo adyacentes a estos.
No fue sino hasta los años 70 del
siglo XX, cuando el comercio internacional del gas natural comenzó a
dar unos primeros pasos hacia su dinamización con la aparición de las
tecnologías de procesamiento del gas, tuberías, metalurgia y capacidad
de compresión, para mover el gas a grandes distancias a través de
gasoductos. Posteriormente, la aparición de la tecnología de
licuefacción de gas habilitó la posibilidad de su transporte
transoceánico.
Las nuevas tecnologías
representaron opciones y oportunidades para el manejo, transporte y
comercialización del gas natural asociado al petróleo, contribuyendo a
que éste dejara de ser considerado un subproducto poco deseado
(externalidad negativa), que era destinado principalmente a la quema y
venteo, para convertirse en un combustible capaz de competir en
sectores como el eléctrico, calefacción y transporte.
A pesar de lo anterior, y de los
intentos tanto individuales como conjuntos de los países en distintas
regiones, es una realidad que el desperdicio de este hidrocarburo, a
través de las prácticas de quema y venteo, ha alcanzado anualmente
cerca de 150.000 millones de metros cúbicos de gas natural a nivel
mundial, un 4% del total del gas producido, lo que resulta preocupante
si se considera que esta cifra representa la cuarta parte del consumo
total de gas de EE.UU. en un año; 30% del consumo anual de gas de la
Unión Europea, 75% de las exportaciones de gas de Rusia (The World
Bank/GGFR1, 2007, p.1) y casi la totalidad del consumo de
gas de Latino América y el Caribe (de acuerdo a las estadísticas 2015,
publicadas por BP).
Según estudios realizados por la
GGFR, los principales obstáculos que enfrentan los países en desarrollo
para reducir la quema y venteo de gas son: 1) Un bajo acceso a los
mercados internacionales de gas y mercados locales poco desarrollados e
ineficientes, 2) Poco desarrollo en su marco normativo y 3) Falta de
financiamiento para establecer la infraestructura necesaria (The World
Bank/GGFR, 2007, p.1).
La primera parte de este trabajo,
tiene como propósito contextualizar las prácticas de quema y venteo de
gas natural asociado, a través de: a) la explicación de las causas
técnicas y económicas, que han impedido aprovechar este recurso, b) la
descripción de las consecuencias económicas, sociales y ambientales,
que representan el costo de oportunidad de la quema y venteo de gas, y
c) las acciones preventivas y correctivas en materia de políticas
públicas y aspectos legales (marco regulatorio) implementadas para
evitar la quema y venteo irracional del gas natural. Este análisis
general, se realizará de manera particular, en tres países de
Latinoamérica, a saber, Ecuador, México y Venezuela.
En una segunda parte, se
determinará la magnitud técnica, económica y ambiental de las prácticas
de quema y venteo para cada uno de los países seleccionados,
calculando: a) en términos volumétricos, la cantidad de gas asociado
desperdiciado y su proporción con respecto a la producción y el
consumo, b) en términos eco-nómicos, los costos de las inversiones
necesarias para disminuir la quema y venteo versus el ingreso que se
obtendría por el aprovechamiento y comercialización del mismo,
valorizándolo a precio de mercado y a costo de oportunidad, y c) en
términos ambientales, la cantidad de CO2 emanado a la atmósfera como consecuencia de la quema y venteo de gas asociado.
Finalmente, en una tercera parte,
se harán las recomendaciones pertinentes con base en la revisión de las
mejores prácticas regulatorias y lecciones aprendidas de las
experiencias de otros países.
Así, el propósito del presente
trabajo es entender con profundidad el tema, así como proveer las
herramientas necesarias para la toma de decisiones, conducentes a
disminuir las prácticas de desperdicio del recurso no renovable en
Latinoamérica, minimizar el impacto negativo en el bienestar de los
países y promover las mejores soluciones regulatorias, con base en las
experiencias exitosas observadas en el mundo y en los países
seleccionados.
1. CONTEXTUALIZACIÓN DE LAS PRÁCTICAS DE QUEMA Y VENTEO DE GAS ASOCIADO
Cuando existe gas natural asociado
al crudo, las empresas productoras tienen dos alternativas, darle un
uso productivo o quemarlo y/o ventearlo. Estas empresas toman la
decisión de implementar prácticas de quema y venteo de forma permanente
y sostenida, cuando la evaluación técnico – económica de darle un uso a
ese gas asociado no justifica la inversión. No obstante, tales
prácticas generan consecuencias económicas, ambientales y sociales
negativas de interés público, requiriendo la participación de los
Estados y Organizaciones Internacionales, a través de políticas
públicas e instrumentos legales (regulatorios) con el fin de, primero,
evitar el inicio de estas actividades (preventivas) y, segundo,
minimizarlas en caso de que ocurran (correctivas).
En este apartado se realizará una
explicación de las causas de la implementación de las prácticas de
quema y venteo de gas natural asociado, sus consecuencias y las
acciones políticas– regulatorias implementadas para intentar disminuir
las mismas.
1.1 Marco Conceptual
1.1.1 Razones técnicas y económicas
El gas natural es la mezcla de
hidrocarburos gaseosos, principalmente metano, y otros hidrocarburos
denominados Líquidos del Gas Natural (LGN), tales como etano, propano y
butano, entre otros (EIA, 2012); conteniendo, además, pequeñas
cantidades de dióxido de carbono (CO2), sulfuro y nitrógeno,
así como gases inertes y metales pesados. El gas natural que se
encuentra mezclado con petróleo en los yacimientos se denomina gas
asociado, mientras que aquel que se encuentra solo se considera gas no
asociado.
Debido a las propiedades físicas del hidrocarburo gaseoso, su explotación, procesamiento2,
almacenamiento, y transporte desde los campos de producción hasta los
distantes centros de consumo, representan un reto que ha requerido el
desarrollo de tecnologías complejas y especializadas de alto costo.
Cabe destacar que, los requerimientos técnicos y los costos del
almacenamiento son tan elevados, que es usual que no se invierta en
ello, y en su lugar, se propicie la sincronía entre la producción y el
consumo para minimizar la quema y/o venteo del recurso (eficiencia
operacional).
En el caso del gas asociado, que
sube inevitablemente a la superficie durante el proceso de extracción
de petróleo crudo, la infraestructura y sincronía necesarias para
aprovechar los volúmenes de gas excedentarios, agregan complejidad
técnica a la cadena industrial, así como también, importantes
inversiones adicionales que tienen una baja probabilidad de ser
recuperadas, considerando el valor de cambio del gas en los mercados
locales y regionales (precio), afectando negativamente las economías de
alcance.
Las principales condiciones
técnicas e implicaciones económicas que han motivado la decisión de
quemar y ventear gas de manera sostenida, por encima de su uso, son:
- Volumen:
Una cantidad de gas asociado (relación gas/petróleo) tan baja, que no
existen economías de escala que justifiquen la inversión (eficiencia
económica).
- Calidad:
Aunque el gas está compuesto principalmente por metano, la presencia de
azufre y otros contaminantes, que deben ser removidos para poder hacer
comercializable el gas, implican inversiones adicionales en
endulzamiento y depuración. Es posible que una proporción considerable
de LGN, de alto valor comercial, pueda favorecer las economías del
proyecto; no obstante, la presencia de LGN adiciona costos en
instalaciones de separación y fraccionamiento.
- Localización:
Los retos para alcanzar la factibilidad técnico-económica son aún
mayores cuando el gas asociado se encuentra en campos remotos o costa
afuera, donde no hay redes de transporte y distribución de gas, o
líneas de transmisión eléctrica disponibles para utilizar el gas
natural con fines de generación eléctrica. Además, cuando el gas es
poco y se encuentra en numerosos pozos, la infraestructura requerida
para su aprovechamiento aumenta las inversiones (Pieprzyk y Rojas,
2015).
- Transporte y Distribución:
La existencia o no de conexión entre la producción y los centros de
consumo es de gran importancia, puesto que desarrollar esta
infraestructura incrementa sustancialmente los costos. Otros problemas
habituales son: i) las limitaciones para que las empresas productoras
puedan realizar nuevas inversiones en infraestructura de transporte y
distribución (por ejemplo, cuando estas etapas están reservadas a los
Estados) y/o ii) las restricciones para utilizar la infraestructura
existente.
- Comercialización, estructura y desarrollo de los mercados:
Precios regulados del gas y la electricidad afectan la factibilidad
económica de los proyectos. Asimismo, en algunos casos, el tamaño de
los mercados puede llegar a ser tan pequeño o inexistente, que no
justifica llevar a cabo proyectos de desarrollo de infraestructura
energética.
Las mencionadas condiciones han
sido históricamente difíciles de superar, propiciando la percepción del
gas asociado como una externalidad negativa de la producción de
petróleo crudo y, en consecuencia, la implementación de su quema y
venteo como prácticas sostenidas y permanentes o, en el mejor de los
casos, su reinyección con fines de recuperación secundaria.
Así, tradicionalmente, no ha
existido un desarrollo de infraestructura en la etapa de extracción de
petróleo, para la captura, manejo y posterior aprovechamiento racional
del gas asociado en superficie, convirtiéndose esto, en la principal
causa de los volúmenes de gas quemados y/o venteados a nivel mundial.
No obstante, la quema y/o venteo
gas se presenta también en otros puntos de la cadena física, por
razones de seguridad industrial y/o emergencia operacional (ver figura
1).
Figura 1. Principales fuentes de emisiones de metano en el sector petróleo y gas.
Fuente: Figura adaptada del gráfico original de la AGA (American Gas Association, en inglés), como se citó en ECOPETROL, 2014, p.11.
En
este sentido, para disminuir los volúmenes de gas quemado y venteado,
se ha realizado un esfuerzo a nivel mundial, en analizar las
alternativas económicas para el uso del gas asociado, las cuales
gravitan en torno a:
- Su reinyección en los yacimientos para ser preservado para el uso futuro.
- Su reinyección en los yacimientos, para la recuperación mejorada de petróleo.
- Utilizarlo in situ para la generación eléctrica.
- Transportarlo a los
centros de consumo, donde la tecnología de transporte más factible,
desde el punto de vista técnico y económico, dependerá del volumen a
ser transportado y la distancia entre los campos de producción y los
centros de consumo (ver figura 2).
Figura 2.
Alternativas para el transporte de gas en función del volumen (en
Billones de metros cúbicos) y la distancia entre el campo de producción
y los mercados finales (Kilómetros).
Fuente: Kelley GTM Manufacturing.
*Nota:
El gas no comercializable (stranded en inglés) se refiere al recurso de
gas descubierto, que se considera inutilizable debido a razones físicas
o económicas. En este caso, se refiere a volúmenes bajos, descubiertos
en lugares distantes de los centros de consumos, lo que dificulta su
comercialización.
1.1.2 Consecuencias económicas, sociales y ambientales
Ahora bien, independientemente de
las causas, estas prácticas representan un desaprovechamiento del
recurso gaseoso de gran importancia debido a su valor de uso; algunos
de ellos son:
a. Generación de calor para el uso doméstico (servicio público).
b. Combustible para generadores eléctricos industriales/domésticos (servicio público).
c. Insumo para industrias (refinación, petroquímica).
d. Reinyección con fines de recuperación secundaria de crudo.
Es pertinente destacar la condición
de servicio público del gas doméstico y la electricidad, por-que obliga
a los Estados a garantizar la regularidad, continuidad, y el carácter
universal y no discriminatorio del suministro (Jaime Rodríguez –Arana
Muñoz, 2008, p.155) , por lo tanto, cuando el gas natural no se
encuentra disponible, debe ser reemplazado con alternativas de mayor
valor comercial, como el diésel y el fuel oil en el caso de la
electricidad, o el propano y butano para el gas doméstico, para evitar
la pérdida de bienestar de la población. Estos puntos, reflejan un alto
costo de oportunidad tanto económico, como social, de la quema y el
venteo del gas para los Estados propietarios del recurso y, por lo
tanto, un fuerte estímulo para que se desarrollen políticas públicas
regulatorias al respecto.
La GGFR en su sección de preguntas y respuestas del programa “Zero Routine Flaring by 2030” menciona otro posible impacto social importante de la quema y venteo de gas natural:
Se
sabe que las llamaradas de gas emiten una variedad de componentes
peligrosos para la salud, incluyendo partículas de carbono, monóxido de
nitrógeno, monóxido de carbono (todos los cuales pueden causar
problemas respiratorios), benceno (que es cancerígeno) y compuestos
orgánicos volátiles e hidrocarburos aromáticos policíclicos que pueden
causar una variedad de dolencias … Sin embargo, hay pocos datos sobre
cómo la proximidad a las llamaradas, la duración de la exposición, etc.
están vinculadas a problemas de salud reales, ya que se han realizado
pocos estudios sobre el impacto en la salud de la quema (GCFR, sección
Q&A, número 24).
En cuanto a las consecuencias
ambientales, las prácticas de quema y venteo de gas, liberan un
conjunto de contaminantes que son considerados responsables, en gran
medida, del cambio climático (de allí se deriva la importancia en el
área ecológica - ambiental). El grado de este impacto ambiental
negativo, depende de varios factores a saber: a) la composición del gas
asociado (proporción de elementos contaminantes), b) el método de
disposición, quema o venteo y c) la eficiencia del quemador
(Buzcu-Guven et a l., 2010; Johnson and Coderre, 2012, como se citó en
Björn Pieprzyk, Paula Rojas Hilje, 2015, p.11).
Al respecto, es oportuno
diferenciar el impacto ambiental de la quema en comparación al del
venteo. La quema de gas asociado ocurre por medio de instalaciones
especiales de combustión, llamadas flare stacks, y es particularmente
generadora de CO2, mientras que el venteo es la emisión
directa del gas, principalmente compuesto por metano. El efecto
invernadero del venteo es mucho más alto que el de la quema, debido a
que el Potencial de Calentamiento Global (GWP, por sus siglas en
inglés) del metano es entre 28 y 36 veces mayor que el del CO2 (EPA, 2017)3.
1.1.3 Acciones legales y políticas (regulatorias)
Una acción legal - regulatoria es
la emisión de normativas técnicas y procedimentales enfocadas en
indicar las mejores prácticas y limitar el uso de la quema y venteo de
gas, las cuales usualmente contemplan los siguientes puntos:
a. Fijación de un
porcentaje límite (tope) permitido del volumen de producción de gas a
ser quemado y/o venteado (que dependerá del país y de la referencia
utilizada como mejores prácticas técnicas y operacionales
internacionales).
b. Procedimientos
para solicitar permisos para quemar y ventear gas natural, sólo en
casos de emergencia operacional y por breves períodos de tiempo de
manera controlada.
c. Establecimiento de lapsos de tiempo para solventar las prácticas excesivas.
d. Disposiciones
técnicas sobre el método de quema o venteo. Incluyendo la eficiencia
mínima exigida en el proceso de quema.
e. Definición de
medidas punitivas económicas, legales y/o administrativas en caso de
incurrir en incumplimientos de la norma.
También se hace uso de la política
fiscal (impuestos o incentivos) como medio para promover la inversión
en proyectos de reducción de la quema y/o venteo de gas.
Cuando se utilizan los tributos
como el pago de impuestos y/o regalías por el gas producido que haya
sido quemado y/o venteado a boca de pozo, como medida
punitiva/coercitiva para evitar y reducir las prácticas de quema y
venteo de gas, el objetivo es estimular la utilización efectiva de gas
natural asociado, haciendo que la quema y el venteo sean económicamente
costosos. El éxito de la medida depende del adecuado análisis económico
y legal para la determinación de las tasas y su implementación. Por
ejemplo, en algunos países como Nigeria y Rusia, los cargos fueron tan
bajos que resultaron accesibles para las compañías y no corrigieron la
conducta. Otra opción es aplicar impuestos a las emisiones de CO2, incluyendo las que se derivan de la quema y/o venteo de gas, como se implementó en Noruega.
En el caso de los incentivos
fiscales, como reducciones y/o exenciones en impuestos, aranceles y
regalías, son financieramente atractivos para las empresas petroleras,
y estimulan la inversión en el aprovechamiento de gas natural asociado,
particularmente recomendados en condiciones de mercado de gas
domésticos subdesarrollados con oportunidades de exportación limitadas
(Perrine - Archibong - Korosteleva, 2014, p.6). Algunos ejemplos
exitosos son: las reducciones de impuestos petroleros en Nigeria, y el
programa de exención de regalías en Alberta Canadá (GGFR, 2004 a) de
los cuales se hablará más adelante.
Un esquema legal, acompañado de un
paquete de políticas públicas, no puede ser desarrollado e implementado
sin tener el apropiado conocimiento y control de la problemática,
mediante procesos de medición, inspección y fiscalización de las
operaciones, ejercidos por el(los) organismo(s) del Estado,
competente(s) en la materia, según el país. La implementación de las
regulaciones sobre el tema requiere, desde el desarrollo de personal
experto en la materia, hasta exigir la instalación de medidores de
flujo, en campos y facilidades con mayor volumen de quema y venteo, y
el uso constante de balances de masa, con el fin de obtener cifras
transparentes que permitan conocer la dimensión real del problema y
facilitar los correctivos (GGFR, 2004b). También es necesaria la
instalación de cromatógrafos de gas, para conocer la composición del
gas que está siendo quemado y venteado, es decir, la proporción de
metano, LGN y demás compuestos, además del poder calorífico del mismo,
a los fines de calcular el valor económico desperdiciado y el impacto
ambiental del mismo.
Además, una importante política es
exigir que las inversiones para el aprovechamiento del gas asociado
estén incluidas en los Planes de Desarrollo de los campos, como para
optar a licencias o acuerdos de producción.
En el marco de la política
internacional, las organizaciones, tratados y acuerdos, bilaterales y
multilaterales, tienen un espectro más amplio, y las acciones más
relevantes han sido:
- Ofrecer un espacio para
el intercambio de conocimiento, experiencias y estrategias que
coadyuven al desarrollo e implementación de medidas que promuevan el
suministro de energía confiable, segura y sostenible. Por ejemplo:
plataformas regionales como la Asociación Regional de Empresas de
Petróleo, Gas y Biocombustibles en Latinoamérica (ARPEL) o mundiales
como la Alianza para el Gobierno Abierto (Open Government Partnership, OGP). También existen iniciativas y coaliciones específicas, a saber: el Foro de Países Exportadores de Gas (Gas Exporting Countries Forum, GECF) y la Coalición Clima y Aire limpio (Climate & Clean Air Coalition, CCAC).
- En el aspecto económico
- financiero, existen opciones como la Iniciativa Global de Metano
(Global Methane Iniciative, GMI) encargadas de brindar apoyo y/o
asesoría en la estimación de la factibilidad económica de proyectos de
inversión en infraestructura y, a su vez, identificar los medios para
financiar los mismos. También hay organizaciones que ofrecen
financiamiento a largo plazo y con bajos tipos de interés, como: el
Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y el Banco de
Desarrollo para América Latina (anteriormente, Corporación Andina de
Fomento, CAF). En el marco de los tratados internacionales, se destaca
el Protocolo de Kioto (vigente hasta el 2020), que ha facilitado: 1) un
mecanismo de autofinanciamiento, con la creación de un mercado de
emisiones, donde se pueden vender bonos por reducción de CO2,
convirtiéndose en un potencial incentivo financiero para realizar
proyectos e inversiones orientados a reducir la quema y venteo de gas
natural asociado y 2) los créditos otorgados a proyectos de reducción
de emisiones bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). Nigeria,
Argelia e Indonesia han reducido las emisiones, con inversiones
financiadas a través de los bonos de carbono. Cabe destacar que, a raíz
del Acuerdo de París, adoptado en el 2015, es probable que, tanto el
mercado de carbono, como los MDL, sean reestructurados o incluso
desaparezcan para ser reemplazados por nuevos mecanismos de
financiamiento. Al respecto, el Acuerdo de París vincula la
responsabilidad con el financiamiento, al reconocer la responsabilidad
histórica de los países desarrollados en las condiciones climáticas
actuales y, por lo tanto, son quienes asumen el compromiso a brindar
apoyo a los países en desarrollo a través de un mínimo de 100.000
millones de US$ anuales a partir del 2020; los detalles de la
implementación de esta nueva propuesta están en proceso de desarrollo.
- La concientización sobre
esta problemática a través de estudios y análisis, impulsando la
tendencia mundial hacia la implementación de las mejores prácticas para
el aprovechamiento del gas y reducir al mínimo la quema y/o venteo, y
que finalmente, han derivado en compromisos cuantitativos de reducción.
Por ejemplo: los llevados a cabo por el Banco Mundial (GGFR).
Luego de este análisis, no queda
duda que las regulaciones, políticas y acuerdos nacionales e
internacionales son instrumentos importantes, que contribuyen a
alcanzar el objetivo de minimizar las prácticas de quema y venteo de
gas asociado.
Así, luego de la revisión de las
causas generales de la quema y venteo de gas asociado, sus
consecuencias, así como las acciones regulatorias recomendadas, a
continuación, se analizará el tema específicamente para América Latina.
Para tales fines, se seleccionaron tres países representativos a saber:
Ecuador, México y Venezuela, por estar entre los 30 países con mayores
volúmenes de quema y venteo de gas asociado en el mundo (GGFR, 2013-15).
1.2 Contextualización de la quema y venteo de gas asociado en Ecuador
“Desde el inicio de las actividades
de la industria petrolera en Ecuador, los esfuerzos exploratorios han
sido orientados principalmente a la exploración y producción de
petróleo; sin embargo, la mayor parte de los yacimientos descubiertos
tienen petróleo y gas asociado, haciéndose necesaria la producción
conjunta” (Alvarado – Gallegos, 2008, p.2).
1.2.1 Razones técnicas y económicas
En Ecuador, las cuencas
sedimentarias: Oriente y Guayaquil son explotadas desde 1972,
presentando volúmenes comerciales de crudo medio-ligero de 28 grados
API, en promedio, y son los campos con la mayor cantidad de gas
asociado de la Nación. En superficie, el gas natural es separado del
petróleo en las estaciones de producción, constituyendo de esa manera
la fuente nacional de gas natural. Sin embargo, el problema con las
reservas de gas, es que se encuentran disgregadas en diferentes
yacimientos del oriente ecuatoriano, y no es fácil ni rentable su
captación.
Desde los comienzos de la actividad
petrolera, existieron iniciativas en Ecuador de aprovechar el gas
natural producido en el oriente. El más importante fue la construcción
de la Planta de Gas Shushufindi en el año 1981, para producir Gas
Licuado de Petróleo (GLP) y gasolina natural, con una capacidad para
procesar 25 millones de pies cúbicos estándar de gas asociado y con
capacidad para producir hasta 500 TM/día de GLP y 2.800 BPD de
gasolina.
1.2.2 Consecuencias económicas, sociales y ambientales
La producción de gas en Ecuador, en
comparación con la producción de otros países de Latinoamérica, es
relativamente baja; y es utilizada para la generación de energía
eléctrica y para la recuperación de GLP en las plantas separadoras.
El GLP producido, no es suficiente
para cubrir la demanda local, por lo que más del 80% del consumo
corresponde a gas importado, que tiene un costo seis veces más alto del
precio al que se vende al consumidor. La diferencia entre el costo y el
precio de venta es subsidiada por el Gobierno, con el fin de garantizar
el consumo doméstico de los sectores más necesitados (Lapuerta, 2008).
A pesar de lo anterior, en los
últimos 30 años, Ecuador ha quemado más de 100 millones de pies cúbicos
de gas asociado por día, lo cual representa más de 14 mil millones de
US$ en Barriles Equivalentes de Petróleo (BEP) (Petroamazonas,
Ministerio de Hidrocarburos y Ministerio Coordinador de Sectores
Estratégicos, 2016, p.2).
1.2.3 Acciones legales y políticas (regulatorias)
Ecuador cuenta con el Plan Nacional
para el Buen Vivir (PNBV) 2013-2017, preparado por la Secretaría
Nacional de Planificación y Desarrollo de Ecuador (SENPLADES), que
permite integrar políticas de cambio climático y estrategias de
eficiencia energética. En el sector energía, se están llevando a cabo
una serie de iniciativas que apuntan al cambio de la matriz energética,
dentro de un esquema de sostenibilidad ambiental, social y económica.
Las más importantes de ellas podrían ser consideradas como el eje del
potencial de mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero
(GEI) del Ecuador (Ministerio del Ambiente, Taller Iberoamericano Sobre
Contribuciones Nacionales Madrid, 26 de marzo de 2015).
El nuevo modelo energético
promueve: 1) Reducir la “huella humana” (impacto al ambiente) por
barril de petróleo extraído, 2) optimizar los recursos energéticos
existentes (de menor costo y menor impacto al ambiente) dentro de la
industria del petróleo y el gas natural, 3) eliminar el uso de diésel y
reducir el uso de crudo para la generación eléctrica, 4) optimizar el
gas asociado para la producción de GLP y energía eléctrica y 5)
desarrollar un sistema de transmisión/distribución robusto con el fin
de entregar energía de menor costo e impacto al ambiente a los
diferentes usuarios (Operadoras petroleras y poblaciones dentro del
área de influencia).
En este contexto, el Gobierno del
Ecuador promovió el proyecto llamado Optimización de la Generación
Eléctrica y Eficiencia Energética en el Sistema Interconectado
Petrolero (OGE&EE), que consiste en la reducción de la quema de gas
asociado, destinando dicho gas a la generación eléctrica centralizada
en la región amazónica, que sería distribuida a través de un sistema
interconectado petrolero para las empresas públicas y privadas y,
además, tendría una interconexión con la red nacional (compuesta
actualmente por alto componente hidroeléctrico). Esto permitiría a su
vez, reemplazar al diésel (importado y de alto costo para la Nación) en
la generación de electricidad (NAMA OGE & EE4).
Según lo informado por
Petroamazonas EP (junio 2015), desde la implementación del proyecto,
los avances y logros de este proyecto han sido los siguientes:
- Entre junio de 2009 y
abril de 2015, el proyecto ha generado 1,10 millones de MW con gas
asociado. Esto equivale al consumo de energía eléctrica de 930.000
habitantes durante un año, y además se colocó al servicio 150 km de
líneas eléctricas. En este período se ha desplazado el uso de
193,24 millones de galones de diésel, lo que genera ahorros netos
por USD 446,18 millones de dólares. El sistema integrado de
distribución/ transmisión eléctrica provee energía a los diferentes
usuarios (Operadoras Petroleras y poblaciones aledañas) a menor costo e
impacto ambiental.
- Disminuye el impacto ambiental, reduciendo las emisiones de CO2
y reemplazando por un sistema centralizado de generación en sitio, lo
cual elimina el ruido generado por termo generadores en puntos
distantes de la operación. Entre junio de 2009 y abril de 2015 este
proyecto ha evitado la emisión de 662.440 toneladas de CO2; equivalente a las emisiones de CO2 de 141.000 vehículos en un año.
- Petroamazonas EP llegó
en septiembre de 2014 a marcar un nuevo hito al aportar energía
mediante la primera interconexión de una facilidad petrolera hacia una
población de Ecuador, en la Comunidad del Milenio Pañacocha, para lo
cual se instalaron 8,4 km de línea enterrada de 13.800 voltios.
- La empresa pública
Petroamazonas EP se convirtió, en abril del 2014, en la primera empresa
petrolera latinoamericana en sumarse a la iniciativa liderada por el
Banco Mundial “Zero Routine Flaring by 2030”, con este proyecto.
1.3 Contextualización de la quema y venteo de gas asociado en México
La industria gasífera mexicana
inicia en 1945, con el descubrimiento del yacimiento Misión localizado
en el norte de México. Desde ese entonces, la empresa Petróleos
Mexicanos (PEMEX) ha enfrentado una serie de dificultades como: la
construcción de sistemas de transporte y el establecimiento de mercados
(Márquez, 1989). En el caso del gas natural asociado, los problemas con
los cuales la empresa ha tenido que enfrentarse son más bien de índole
económico y de inversión, más que de orden técnico.
1.3.1 Razones técnicas y económicas
México es un país petrolero, pero
también se encuentra entre los 20 principales países productores de gas
en el mundo, con uno de los menores costos de descubrimiento,
producción y desarrollo, y una tasa de restitución de hidrocarburos
cercana al 90% (Larraga, 2011).
En México, el 73% del total de gas
natural es gas asociado, producido mayormente en las Regiones Marinas y
Norte del país. El venteo a la atmósfera y la combustión en quemadores
son operaciones frecuentes en la producción de petróleo y gas en dicho
país, donde la infraestructura de tuberías para el manejo del gas está
incompleta, y no puede ser reinyectado en los yacimientos.
Uno de los principales campos
petroleros con gas asociado de México se llama Cantarell, cuya
producción se mantuvo elevada por mucho tiempo, gracias a la existencia
de un techo gigante de gas que mantuvo la presión del reservorio hasta
1997, año en el cual, la presión empezó a caer y se liberó parte de ese
gas a la atmósfera.
Ante esta situación, PEMEX
implementó un programa de inyección de nitrógeno para elevar el recobro
de petróleo, que inició en el año 2000 y que funcionó, hasta el año
2006. Con el tiempo, esta medida se hizo insuficiente y PEMEX debió
incrementar la extracción de gas natural asociado en la llamada zona de
transición entre petróleo y gas, para mantener el nivel de producción
de petróleo, así que, en el 2008, los volúmenes de gas quemado y
venteado del campo aumentaron drásticamente (Ver figura 3). Para hacer
frente al incremento de la quema y venteo, PEMEX invirtió en equipos de
compresión para incrementar la reinyección (Perrine – Archibong, 2014).
Figura 3. Quema y Venteo de Gas en México (Total, Asociado y no Asociado).
Fuente: Roldan y Pena, CNH, 2014, citado por Perrine–Archibong en su trabajo México Associated Gas Utilization Study 2014.
Estas
cifras de quema y venteo durante la última década, se deben en parte a
la caída en el precio internacional de referencia utilizado por México
para su mercado local, es decir, el Henry Hub, que luego de ubicarse en
11 US$/MMBTU en el 2006, pasó a ubicarse en el 2016 en 2,51 dólares por
millón de BTU (US$/MMBTU), una caída de más de 77% causada por el
incremento de la oferta de gas no convencional (Shale gas) en Estados
Unidos, que cambió su matriz energética haciéndolo pasar, de importador
a exportador de energía.
Ante la cercanía con los EE.UU.,
con una cadena industrial del gas desarrollada y precios bajos, ha
resultado más rentable ventear el gas de los yacimientos de producción
petrolera en México, antes que invertir en infraestructura para su
compresión y comercialización. En tanto, que la demanda se sigue
sustituyendo con importaciones las cuales, en la última década, se han
disparado en casi 300%. (García, 2016). Las importaciones de gas
natural de PEMEX equivalen a 52% de la producción, cuando en el
promedio del año 2015 pasado fueron 36% y hace 10 años eran apenas
8,4%.
1.3.2 Consecuencias económicas, sociales y ambientales
La producción de gas en México desde el año 2010 hasta el 2016 (de acuerdo al JODI Gas World Database,
2016), fue superior a la demanda del mercado nacional, no obstante, una
parte de la producción de gas asociado fue quemada y venteada y, como
consecuencia, se generó un déficit de gas que debió cubierto con
importaciones desde EE.UU. (Ver figura 4).
Figura 4. Producción, Demanda e Importaciones de Gas Natural (MMPC/D).
a/ Promedio enero – septiembre 2016
Fuente: Petróleos Mexicanos (PEMEX)
PEMEX podría disminuir una tercera parte del gas natural que importa si aprovechara el gas que quema y ventea (Azarate, 2015).
1.3.3 Acciones legales y políticas (regulatorias)
México emitió algunas regulaciones
para recabar información sobre las emisiones de gases de efecto
invernadero en todo el país. El Reglamento de la Ley General de Cambio
Climático en Materia del Registro Nacional de Emisiones o regulación de
gases de efecto invernadero, es una nueva reglamentación emitida por la
Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), que creó
el registro de gases de efecto invernadero de México y el sistema de
notificación, Registro Nacional de Emisiones (RENE). Hasta ahora, no se
regulan de manera explícita las emisiones de gases de efecto
invernadero.
Más allá de notificar la producción
de gases de efecto invernadero, México cuenta con mecanismos
regulatorios adicionales para evitar o reducir al mínimo la quema y el
venteo de gas, tales como:
1. La Resolución CNH.06.001/09,
emitida el 12/11/2009 por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH),
donde se dan a conocer las disposiciones técnicas para evitar o reducir
la quema y el venteo de gas en los trabajos de exploración y
explotación de hidrocarburos. Además, estableció como elemento
fundamental, la planeación y ejecución de las inversiones necesarias,
para desarrollar la infraestructura para evitar la quema y venteo y
aumentar el aprovechamiento de gas. Algunos puntos destacables son:
- Programa de nivel máximo
o techo nacional para alcanzar niveles de aprovechamiento de gas.
Establece un límite o techo máximo anual decreciente de volumen máximo
de quema y venteo de gas, a nivel nacional. Sin incluir Cantarell, por
presentar una problemática propia.
- Programa acelerado para reducir al mínimo la quema y venteo de gas en el Activo Integral Cantarell, 2010- 2012.
2. Las disposiciones técnicas para
el aprovechamiento del gas natural asociado, en la exploración y
extracción de hidrocarburos publicadas el 07/01/2016 por la CNH con el
objeto de:
- Establecer los elementos
técnicos y operativos que definirán la Meta, con base en la cual se
estructurarán los Programas de Aprovechamiento de Gas Natural Asociado.
Lo anterior, dentro del proceso de aprobación de los Planes de
Exploración y de Desarrollo para la Extracción de Hidrocarburos;
- Establecer los
procedimientos, requisitos y criterios para la evaluación del
cumplimiento de la Meta y de los Programas de Aprovechamiento de Gas
Natural Asociado, y
- Establecer los
procedimientos administrativos para la supervisión del cumplimiento de
las Metas y Programas de Aprovechamiento de Gas Natural Asociado,
dentro del desarrollo de las actividades de Exploración y Extracción.
Dentro de los esfuerzos políticos en el ámbito internacional se encuentran:
- Se desarrollaron
reportes de oportunidades de reducción de quema y venteo de gas con
GGFR (2010-2015) y CCAC (2014 -Presente), como un medio para reducción
de emisiones de hollín (carbono negro o BC) y metano.
- Desarrollo de NAMA
(basada en proyectos a partir de información de GMI y mediciones
puntuales instalaciones de proceso de gas y refinería) en conjunto con
Environment Canada (2012 -2013), considerando todas las oportunidades
prácticas de reducción de GEI (eficiencia energética, reducción de
quema y venteo y manejo de emisiones fugitivas).
Una iniciativa privada interesante,
es la conducida por la compañía Gas Natural Fenosa (GNF), la cual busca
ampliar el uso del gas natural en los vehículos, como alternativa para
disminuir la contaminación del aire de la Ciudad de México a corto
plazo, de acuerdo con las opiniones de especialistas en medio ambiente,
autoridades de varios países y empresarios del sector. (Rodríguez y
Reyna, 2016).
Con el uso del gas natural
vehicular se reduce en un 95% las partículas causantes de enfermedades
respiratorias, siendo un éxito su uso en Madrid, donde la contaminación
se redujo hasta en más de 80% en 15 años. (Rodríguez y Reyna, 2016).
1.4 Contextualización de la quema y venteo de gas asociado en Venezuela
A pesar del hecho de que Venezuela
cuenta con unas reservas de gas natural que lo colocan en la 8va
posición en la escala mundial de países con mayores reservas del mundo,
la industria nacional de este hidrocarburo no ha sido lo
suficientemente desarrollada. Tal situación suele ser atribuida a las
condiciones técnicas y económicas que por muchos años giraron en torno
a la explotación del mismo.
1.4.1 Razones técnicas y económicas
Para entender las razones de la
quema y venteo del gas asociado en Venezuela, es necesario posicionarse
en el contexto histórico inicial de la explotación petrolera. La
primera producción de gas natural asociado al petróleo se inició en el
año 1918, y no fue sino hasta 1938, cuando se registra oficialmente la
primera medición y control del uso de la producción de gas, en un
momento en el cual, tanto a nivel mundial, como para las trasnacionales
que operaban en Venezuela, era considerado un elemento indeseable del
crudo, sin ningún valor comercial, razón por la cual esta etapa se
caracterizó por una baja utilización del gas y un alto desperdicio del
mismo, hasta los años 40, cuando se inician las políticas de
utilización y conservación del gas que promovieron, en primera
instancia, la devolución de la producción a los yacimientos con fines
de conservación y del aumento de la recuperación de crudo; años después
en 1957, es cuando comienza la instalación del primer gasoducto Anaco -
Caracas - Morón, en el marco de una política de industrialización del
gas en Venezuela a través de la petroquímica y, en paralelo se inicia
su uso de manera local, en el mercado doméstico, generación eléctrica y
las cementeras en la Ciudad de Maracaibo (ANHI, 2009).
Las empresas manifestaron en su
momento que los costos de instalar las facilidades de transporte y
distribución desde los campos remotos, hasta los centros poblados e
industriales, eran extremadamente altos. Así, históricamente, no se
contempló el desarrollo de las reservas de gas asociado que representan
el 80% de las reservas de gas totales del país, por lo tanto, la
infraestructura para su explotación se circunscribió a la del crudo.
Además, el bajo desarrollo del mercado local, con una demanda eléctrica
cubierta casi en su totalidad con hidroelectricidad, y la regulación de
los precios del gas en el mercado interno, muy por debajo de los
mercados internacionales e insuficiente para garantizar la recuperación
de las inversiones en infraestructura, no estimuló las inversiones
necesarias para explotar el gas. Cabe destacar, que los recientes
descubrimientos de gas natural económicamente explotable se encuentran
costa afuera, tanto en territorio nacional, como en yacimientos
compartidos con Trinidad y Tobago, cuyos costos y acuerdos requeridos
han retrasado su aprovechamiento.
1.4.2 Consecuencias económicas, sociales y ambientales
El alto crecimiento poblacional
registrado en Venezuela durante los últimos 20 años, supero la oferta
de los servicios públicos de gas y electricidad, generando
interrupciones en el suministro que afectaron el bienestar de la
población (consecuencias sociales). Para solventar la situación, y ante
la ausencia de infraestructura para procesar trasladar las inmensas
reservas de gas asociado hacia los centros transformadores, el Estado
dejó de exportar parte del diésel y fuel oil que se produce en las
refinerías nacionales (disminución de ingresos en divisas y pérdida de
posicionamiento en los mercados internacionales), para destinarlo a la
generación eléctrica interna, además de importar gas natural desde
Colombia para satisfacer el mercado local del occidente del país,
constituyendo un verdaderamente alto costo de oportunidad para la
Nación, de no disponer del gas natural que está siendo quemado y
venteado (impacto económico). Cabe destacar que tanto la electricidad
como el gas natural se encuentran subsidiados en Venezuela, a niveles
que no cubren los costos de producción, incrementando el peso económico
asumido por el Estado.
1.4.3 Acciones legales y políticas (regulatorias)
El Ministerio del Poder Popular de
Petróleo y Minería, ha establecido por más de 40 años, que la
utilización del gas natural producido en la superficie y económicamente
acumulable debería mantenerse en un promedio anual no inferior al 98%,
manteniendo un límite de 2% para el desperdicio del gas. Sin embargo,
no existe una normativa específica para la quema y venteo de gas, lo
que ha diluido estos esfuerzos.
En los años 60, se promovió el uso
y conservación del gas asociado, con la intención de penalizar los
incumplimientos con el cierre de aquellos pozos petroleros que se
comprobaba que estuviesen quemando y venteando gas. Sin embargo, la
alta dependencia de los ingresos petroleros, los intereses privados y
la política de cumplimiento de cuotas de la OPEP, restó efectividad a
la medida. Cabe destacar que, el Estado, como propietario del recurso y
regulador, ante un entorno poco favorable para el máximo
aprovechamiento del recurso, puede tomar la decisión de cerrar pozos
productores de gas, manteniendo el nivel de reservas recuperables para
su explotación futura, no obstante, en el caso del gas asociado, no es
tan sencillo pues significaría el cierre de la producción de petróleo,
usualmente de mayor valor.
Actualmente, la principal normativa
en materia de gas la representa la Ley de Hidrocarburos Gaseosos,
promulgada en el año 1999, en la cual, entre otras cosas, se
establecieron el carácter de utilidad pública y servicio público, y por
lo tanto su administración se convirtió en un objeto fundamental de las
políticas públicas tendientes a garantizar el bienestar del colectivo.
En la última década, se implementó
la política de no autorizar exportaciones de gas, hasta tanto esté
satisfecho el consumo nacional. La medida impidió que se apalancaran
las inversiones con las ventas del gas a precios internacionales. Como
acción de mitigación, el Estado compra el gas a las empresas a precios
de costo marginal de largo plazo, y subsidia el consumo interno,
asumiendo el peso económico del diferencial.
En Venezuela, la producción total
de gas asociado paga regalías en boca de pozo independientemente de que
parte de ese gas es quemado y venteado, sin embargo, al ser estimadas a
precios del mercado local, los montos son tan bajos que no representan
el suficiente estímulo para el aprovechamiento del dicho gas. Los
operadores pueden procesar y comercializar el gas asociado
conjuntamente con PDVSA (la Empresa del Estado), sujeto a la aprobación
de un plan de desarrollo y negociación de un Acuerdo. La utilización
del gas asociado en operaciones, su reinyección o su bombeo, requieren
la autorización del Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Minería.
En caso de requerir permisos para
quemar el gas que no puede comercializarse, éstos deben ser tramitados
ante el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables
(MARNR) el cual establece condiciones caso por caso, de conformidad con
el Decreto No. 2.225 / 1992, el Decreto No. 638 / 1995 (normas sobre
Calidad del Aire y Contaminación Atmosférica) y el Decreto Nº 883 /
1995. El Decreto Nº 638 / 1995 establece límites de calidad del aire y
niveles de emisiones para los principales contaminantes orgánicos e
inorgánicos tanto de fuentes fijas como móviles y se aplica a todas las
fuentes de emisiones atmosféricas.
Al respecto, más que el desarrollo
de políticas y regulaciones directas para reducir la quema y venteo de
gas, el Estado ha intentado desarrollar el mercado nacional y regional
como estrategia para impulsar el uso y aprovechamiento del gas natural.
Un ejemplo nacional, fue el intento de implementar la política de uso
del gas natural vehicular, que no prosperó frente a los bajos precios
internos subsidiados de la gasolina.
En el ámbito internacional, se
promovieron acuerdos de cooperación con otros productores como:
Bolivia, Perú, Trinidad y Tobago, entre otros, de los que surgieron las
siguientes iniciativas: Petrosur, Petrocaribe y Petroandina, así como
el Gasoducto del Sur, a los fines de desarrollar un mercado gasífero
regional interconectado que permitiera sustituir combustibles líquidos
por gas natural en la región, sin embargo, las dificultades de lograr
acuerdos han convertido en infructuosos esos intentos.
2. MAGNITUD DE LAS PRÁCTICAS DE QUEMA Y VENTEO DE GAS ASOCIADO
Este aspecto es importante, porque los volúmenes de gas quemados y venteados reportados suelen ser difíciles de precisar5.
Estas incertidumbres en la magnitud del gas quemado y venteado
necesitan ser resueltos para entender la dimensión del problema y el
impacto en los costos y programas de inversión, tanto del gas
desperdiciado, como de la oferta total de gas.
2.1 Magnitud Volumétrica
2.1.1 Panorama Mundial
El gas natural ocupa la
tercera posición como fuente de energía primaria a nivel mundial, tal y
como se observa en la figura 5. Es evidente el incremento de la
participación del gas en la oferta energética mundial, si se compara el
16% del año 1972 con el 21,2% del año 2014.
Figura 5. Oferta mundial de energía primaria.
Fuente: International Energy Agency (IEA) (2017).
Las
cifras del año 2015 muestran una producción mundial del gas natural
(libre y asociado) cercana a los 3.538,6 billones de metros cúbicos
(MMMm3) (BP, 2015), de los cuales, según la Agencia
Internacional de la Energía (en inglés International Energy Agency,
IEA), 86% fueron consumidos, 10% fueron reinyectados y 4% se quemaron y
ventearon aproximadamente (ver figura 6).
Figura 6. Balance Mundial de Gas Natural. Año 2015 (Billones de metros cúbicos, MMM m3).
Fuente: BP Statistical Review of World Energy 2015, IEA World Balances 2015, Cálculos Propios.
Un volumen de gas quemado y venteado de 147 MMMm3,
representa el 4% del total del gas producido en el año 2015, lo cual es
verdaderamente significativo si se toma en consideración que, de
acuerdo a las cifras de BP del año 2015, el consumo total de gas de Sur
y Centro América fue 5% del gas producido a nivel mundial en el 2015 y
que, tal y como lo señala el Banco Mundial, esta cantidad de gas
quemado y venteado globalmente sería suficiente para generar 750.000
millones de KWh de electricidad, más que el consumo anual de
electricidad del continente africano actualmente. Para contextualizar
aún más estos volúmenes, la GGFR señala que el gas quemado y venteado
anualmente: “equivale a una cuarta parte de todo el consumo de gas de
Estados Unidos en un año; 30% del consumo anual de gas de la Unión
Europea y 75% de las exportaciones de gas de Rusia” (The World Bank/GGFR, 2007, p.1).
Ahora bien, la relación entre la
producción petrolera y del gas asociado quemado y/o venteado merece
especial atención. Si bien es difícil obtener los datos de producción
de gas asociado, el Banco Mundial calcula que cerca del 20% del gas
producido está asociado al petróleo, de los cuales estiman que el 15%
fue quemado o venteado, el 58% se reinyectó y el 27% se utilizó (EIA).
Los resultados se observan en la figura 7.
Figura 7. Balance Mundial de Gas Natural Asociado. Año 2015 (Billones de metros cúbicos, MMMm3).
Fuente: BP Statistical Review of World Energy 2015, IEA World Balances 2015. Cálculos Propios.
La comparación entre las figuras 6 y 7, nos permite observar que los 106 MMMm3 de gas natural asociado quemado y/o venteado, representan el 72% del total quemado y venteado en el mundo.
Un análisis de las cifras por país, revela que ocho países, a saber: Rusia (21 MMMm3/año), Irak (16 MMMm3/año), Irán (12 MMMm3/año), Estados Unidos (12 MMMm3/año), Venezuela (9 MMMm3/año), Argelia (9 MMMm3/año), Nigeria (8 MMMm3/año) y México (5 MMMm3/año),
fueron los responsables de más del 60% de la quema y venteo de gas en
el mundo en el año 2015 (ver figura 8), todos con una fuerte intensidad
en producción petrolera (ver figura 9) (National Oceanic and Atmospheric Administration, NOAA, como se citó en GECF, 2017).
Figura 8. Top 30 de los países con mayores volúmenes de quema y venteo (2013 – 2015) (Billón de metros cúbicos, MMMm3).
Fuente: GGFR (2017) Gas flaring data.
La evolución del volumen de gas quemado y venteado fue 140,8 MMMm3 en 2013, 145,3 MMMm3 en 2014 y 147,3 MMMm3
en 2015. La reversión en la tendencia bajista de estas prácticas en los
últimos cinco años se atribuye principalmente al crecimiento de la
producción de petróleo, en particular en Iraq y Estados Unidos, lo que
deja muy claro que aún hay mucho por aprender y mejorar (GGFR, 2016).
Figura 9.
Top 30 de los países con mayor intensidad de quema y venteo - Metros
cúbicos de gas quemado y/o venteado por barril producido (2013 – 2015).
Fuente: GGFR (2017), Gas flaring data.
Considerando
la intensidad de quema y venteo, el orden cambia quedando como sigue:
Uzbekistán, Camerún, Turkmenistán, Gabón, Libia, Argelia, Malasia y
República del Congo.
En cuanto a los países
seleccionados, a continuación, se hace un breve análisis de la magnitud
de los volúmenes de gas quemados y venteados.
2.1.2 Ecuador
En Ecuador, el volumen de oferta de
gas no es muy significativo frente a otras fuentes de energía,
representando apenas un 2% (ocupando el tercer lugar, luego del
petróleo y la energía hidroeléctrica) del total nacional.
De acuerdo al Balance Energético
Nacional 2014 del Ministerio Coordinador de Sectores Estratégicos, la
producción total de Gas Natural en Ecuador en el año 2013 fue de 156
millones de pies cúbicos diarios, de los cuales, el 28% correspondió a
gas libre y el restante 72% al gas asociado. De los 112,44 MMPCD de gas
asociado producido, se aprovecha un promedio estimado de 53 MMPCD,
mientras que cerca de 59,5 MMPCD del gas asociado se quema y ventea.
Ecuador quema y ventea, cerca de 5m3 de gas natural por cada barril producido.
2.1.3 México
En México, la oferta energética se
encuentra dominada por el petróleo con un 70% de participación,
mientras que, en segundo lugar, se encuentra el gas natural con un 18%
de importancia. Cabe destacar que, del total de gas natural producido,
el 73% es gas asociado y que en los últimos 6 años (2010 - 2016), de
acuerdo con los datos publicados por PEMEX (2017), se ha incrementado
186% el volumen de gas natural quemado y venteado México, lo que lo ha
llevado a ocupar el 8vo lugar en el mundo, además de mostrar una quema
y venteo de gas de 5 m3 por cada barril producido.
En 2013, PEMEX envió a la atmósfera
123 MMPCD de gas natural, lo cual representó el mínimo nivel en su
historia reciente, pero entre enero – septiembre de 2016 el volumen
creció a 543 MMPCD, un incremento de más del 300%. Este volumen
desperdiciado equivale justamente a la cantidad de gas natural que
México compró en el extranjero en 2010, cuando alcanzó los 535,8 MMPCD
(Azarate, 2015).
2.1.4 Venezuela
En Venezuela, el petróleo
representa cerca del 85% como fuente energética primaria, mientras que
en segundo lugar el gas alcanza aproximadamente un 10%. Cabe destacar
que el volumen de gas asociado representa aproximadamente el 80% de la
producción total de gas. Con una producción de gas cercana a los 73 MMMm3,
un 35% es reinyectado, un 20% es desperdiciado a través de la quema y
venteo, un 7,5% es transformado, 8,8 % es utilizado como combustible y
el restante 28,5% es vendido al mercado interno (Ver figura 10).
Es importante destacar que, el 90%
del volumen de gas quemado y venteado, está asociado al petróleo, y que
Venezuela quema y ventea 10 m3 de gas asociado por cada barril producido (GGFR).
Figura 10. Producción y Distribución de Gas Natural Asociado y No asociado en Venezuela.
Fuente: Petróleo y Otros Datos Estadísticos (PODE), 2015 y cálculos propios.
Nota:
Cabe destacar que el 80% del gas es asociado y la tendencia observada
en el gráfico obedece fundamentalmente a su uso y destino.
2.2 Magnitud Económica (costo – beneficio, costo de oportunidad)
Considerando que una de las
principales justificaciones de la quema y venteo es la no rentabilidad
económica (no recuperación de las inversiones, ni obtención de ganancia
por ello), a continuación, se realizará un breve análisis del costo –
beneficio de recuperar el gas natural quemado y venteado, con una
visión del costo de oportunidad del gas natural.
Los cálculos base provienen de la iniciativa “Zero Routine Flaring by 2030” de la GGFR, cuyo propósito es:
Reducir
la quema de rutina que ocurre durante la producción normal de petróleo,
en ausencia de instalaciones suficientes para utilizar el gas en el
sitio o enviarlo a un mercado, o cuando la geología no permite la
reinyección. El ejemplo típico de esta Iniciativa es la combustión
continua a largo plazo para la eliminación de gases donde no existe un
mercado de gas o capacidad de inyección (GCFR, sección Q&A).
Al respecto hay dos premisas
fundamentales tomadas textualmente de la GGFR, una relacionada con los
costos de eliminar la quema antes del 2030, y la otra, sobre los
posibles ingresos obtenidos de la comercialización del gas recuperado y
aprovechado como se detalla a continuación:
- De los Costos:
Los estudios sobre los costos potenciales de la reducción de la quema
indican un rango muy amplio en el costo de capital unitario6
de mitigar la quema. Los estudios de Irak, Rusia y Nigeria, aunque muy
pocos, indican un costo de capital unitario promedio (costo de instalar
la infraestructura para recuperar 1 PC de gas quemado por día) de
alrededor de 6 - 9 US$/ PCD (85 - 125 US$/tCO2/día) para
proyectos en tierra. El costo de eliminar la extracción en alta mar es
generalmente significativamente mayor. Esto implica un costo potencial
de más de 100 mil millones de US$ para eliminar el gas quemado
actualmente.
- De los ingresos:
En relación a los ingresos provenientes de la utilización del gas, la
GGFR utiliza como valor de referencia del gas al precio de Henry Hub en
los EE.UU. cercano a los 4 US$/MMBtu, el cual, multiplicado por los 145
mil millones de metros cúbicos que se queman cada año sería un valor de
alrededor de 20 mil millones de US$. Sin embargo, si consideráramos un
precio de costo de oportunidad estimado como un promedio del precio del
diésel y el fuel oil, es decir de 12 US$/MMBtu, el monto de ingresos se
triplicaría a cerca de 60 mil millones de US$. Lo anterior asumiendo
que: 1) El gas es mayoritariamente metano, sin considerar la posible
quema y/o venteo de cantidades significativas de líquidos de gas
natural (LGN), de gran valor de mercado, 2) el valor estimado anterior
no toma en cuenta el costo de transporte y distribución del gas
asociado a algún mercado y 3) los precios del gas en otros mercados,
como en Europa y Asia, son más altos.
Basándonos en lo anterior, se harán
a continuación los cálculos referentes a los costos de inversión en
recuperar el gas, así como de la cantidad de dinero (potenciales
ingresos) que actualmente es arrojada a la atmósfera por causa de la
quema y venteo. Para dimensionar los mismos, se presenta la proporción
de dichos montos con respecto a las reservas internacionales de cada
país (Ver figura 11).
Figura 11. Magnitud Económica (costo–beneficio, costo de oportunidad) de la quema y venteo de gas.
*RI=
Reservas Internacionales. Equivalentes a 4.563 MMUS$ para Ecuador
(julio 2015), 177.597 MMUS$ para México (diciembre 2015) y 10.977 MMUS$
(diciembre 2016) para Venezuela.
Fuentes: GGFR, Banco de México, Banco Central de Venezuela, Banco Central de Ecuador y cálculos propios.
PREMISAS:
Costo de capital unitario diario de mitigar la quema: 7,5 US$/PCD7
Valor de referencia del gas al precio de Henry Hub en EE.UU.: 4 US$/MMBtu8
Valor estimado promedio del costo de oportunidad (diésel y fuel oil): 12 US$/MMBtu9
De acuerdo con este análisis, Ecuador quema y ventea 1,1 MMMm3
al año, equivalentes a 106,38 MMPCD, los cuales, multiplicados por los
costos unitarios estimados (7,5 US$/PCD), indican que la inversión
requerida para eliminar la quema y venteo de gas sería de 798 MM$ o un
17% de las reservas internacionales de Ecuador (en julio de 2015). Para
estimar el monto de inversión real, habría que descontarles a estos
costos, los ingresos provenientes de la comercialización de ese gas que
se encontrarían entre 157 y 471 MMUS$ dependiendo del precio de
referencia, Henry Hub o costo de oportunidad respectivamente. Como
resultado se observa que la comercialización del gas no es suficiente
para cubrir la totalidad de la inversión, sin embargo, se podría
financiar más del 50% del proyecto al costo de oportunidad.
En el caso de México, se queman y ventean 5 MMMm3
al año, aproximadamente 483,56 MMPCD, que multiplicados por los costos
unitarios estimados (7,5 US$/PCD), indican que la inversión requerida
para eliminar la quema y venteo de gas sería de 3.627 MM$. Para hacerlo
comparativo y dimensionarlo con respecto a la realidad del país, se
estimó el monto de inversión como porcentaje de las reservas
internacionales, correspondiendo a un 2% de las reservas
internacionales (en diciembre de 2015). Los ingresos provenientes de la
comercialización de ese gas recuperado que se encontrarían entre 714 y
2.143 MMUS$ dependiendo del precio de referencia, Henry Hub o costo de
oportunidad, respectivamente. Nuevamente, la comercialización del gas
no es suficiente para cubrir la totalidad de la inversión, sin embargo,
contribuye a autofinanciar al menos el 50% de los proyectos, utilizando
el valor del costo de oportunidad.
Finalmente, el caso de Venezuela, donde se queman y ventean 9,3 MMMm3
al año, equivalentes a 899,42 MMPCD, los cuales, multiplicados por los
costos unitarios estimados 7,5 US$/PCD, indican que la inversión
requerida para eliminar la quema y venteo de gas sería de 6.746 MM$, un
61% de las reservas internacionales (en diciembre de 2016).
Los ingresos provenientes de la
comercialización de ese gas recuperado se encontrarían entre 1.329 y
3.986 MMUS$ dependiendo del precio de referencia, Henry Hub o costo de
oportunidad, respectivamente. Considerando el ingreso a costo de
oportunidad, la inversión que debería ser financiada con otras fuentes
serían 2.760 MMUS$ un 36% de las reservas internacionales.
Teniendo en cuenta el análisis
realizado, se concluye que el 50% de las inversiones iniciales de
capital, requeridas una sola vez, para desarrollar la infraestructura
necesaria para recuperar el gas que se quema y ventea, podrían ser
cubiertas o autofinanciadas con la comercialización del volumen de gas
natural recuperado, a precios de costo de oportunidad. Tal y como se
mencionó anteriormente, existen mecanismos de financiamiento para el
restante 50% de inversión de capital como, por ejemplo, los vinculados
a tratados internacionales como el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de
París, que serían pagados con la venta continua del gas recuperado,
contribuyendo al saneamiento del ambiente, así como a la seguridad
energética de los países.
2. 2 Magnitud Ambiental
Cada metro cúbico de gas asociado deriva en cerca de 2,5 kilogramos de emisiones de CO2.
Lo anterior, suponiendo una eficiencia ideal de combustión del 98% (es
decir, aproximadamente 2% de gas no quemado que termina venteado a la
atmósfera), pues funcionando menos eficientemente, pueden quemar tan
poco como 60-70% del gas. Este cálculo, no considera otros componentes
del gas (GCFR, sección Q&A).
Entonces, si consideramos los actuales volúmenes mundiales de quema y venteo de gas, equivalentes a 145 MMMm3, esto da como resultado unos 363 millones de toneladas anuales de emisiones de CO2.
Figura 12. Magnitud Ambiental de las prácticas de quema y venteo de gas asociado.
Fuente: GGFR y Cálculos Propios.
Como se puede observar en la figura 12, el CO2
emitido a la atmósfera por Ecuador, México y Venezuela, como
consecuencia de la quema y venteo de gas natural representa 1%, 3% y 6%
del total de emisiones mundiales, respectivamente.
Se considera que estas prácticas
contribuyen a las emisiones de gases de efecto de invernadero y
resultan además en la pérdida de un valioso recurso energético. En este
sentido, y como se ha mencionado anteriormente, es necesario realizar
inversiones en infraestructura para reducir al mínimo la quema y el
venteo de gas, las cuales, debido a los precios internos del gas, son
cuesta arriba realizar.
Al respecto, actualmente es posible
financiar proyectos de inversión en infraestructura para la
recuperación del gas venteado y/o quemado, en el marco del protocolo de
Kioto y el Acuerdo de París, dado que estas iniciativas son catalogadas
como proyectos de disminución de gases de efecto invernaderos (GEI)
(Ver figura 13).
Figura 13. Fuentes de emisión de GEI en operaciones de exploración y producción (E&P)
Fuente:
PEMEX (2010-2011). Taller de medición de quema, venteo y emisiones
fugitivas de gas: Estrategia de mitigación de emisiones de gases efecto
invernadero.
Además,
una vez reducidos los gases, se podrían vender bonos de carbono en el
mercado y recibir ingresos adicionales por ello (lógicamente esto
requiere de un profundo estudio para validar su factibilidad política,
legal y económica).
Es importante mencionar nuevamente,
que el Protocolo de Kioto estará vigente hasta el 2020 y, es posible
que, en el Acuerdo de París alcanzado durante la COP2110 y
que entrará en vigencia a partir del 2018, estos mecanismos sean
reestructurados, cambien las condiciones actuales, o sean reemplazados
por otros. A pesar de lo anterior, vale la pena revisar las condiciones
actuales, bajo las cuales el Protocolo de Kioto facilita financiamiento
y que podría aplicar a proyectos de recuperación de gas natural
asociado quemado y venteado.
De acuerdo a la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (en inglés United Nations
Framework Convention on Climate Change, UNFCCC), el Protocolo de Kioto
cuenta con medidas para contribuir a lograr los objetivos individuales
de reducción de emisión de GEI, dependiendo del grado de desarrollo del
país (UNFCCC, 2014). La medida aplicable a los países en desarrollo
como Ecuador, México y Venezuela corresponde al Mecanismo de Desarrollo
Limpio (MDL), establecido en el Artículo 12 del Protocolo de Kioto.
Este de mecanismo se basa en el
reconocimiento de que los costes varían de región a región mientras que
el efecto para la atmósfera de la reducción de las emisiones beneficia
a todos, independientemente de donde se tome la acción. En este
sentido, se promueve la inversión de países desarrollados en otros
países con la finalidad de reducir emisiones de gases de efecto
invernadero de manera rentable.
En mayor detalle, el MDL es un
marco aplicable a los proyectos entre los países industrializados y los
países en desarrollo. Consiste en que uno o varios países
industrializados proporcione transferencia de tecnologías o inversión
para reducir las emisiones de GEI en el país en desarrollo llamado
anfitrión, y reciba a cambio el crédito de carbono (Reducción de
Emisiones Certificadas, CERs) generado de las actividades. Los CERs
pueden ser usados para lograr el objetivo de reducción de emisión al
país inversor (el derecho de emisión del país se incrementará).
Sin embargo, no todos los países,
ni cualquier proyecto, se consideran elegibles para acceder al MDL, por
el contrario, se deben cumplir con las condiciones definidas en el
artículo 12 párrafo 5 del Protocolo de Kioto (Naciones Unidas, 1998) y
que se detallan a continuación:
- Participación voluntaria aprobada por cada parte involucrada;
- Beneficios reales y apreciables a largo plazo, relacionados a la mitigación del cambio climático;
- Reducción certificada de emisiones adicionales a cualquiera que ocurriría en la ausencia del proyecto.
- Además, los proyectos MDL deben contribuir a mejorar el “desarrollo sostenible” en países anfitriones.
3. MEJORES PRÁCTICAS REGULATORIAS REFERENTES A NIVEL MUNDIAL
Luego de analizar la situación
económica y ambiental específica de los países seleccionados, la última
parte de este documento se centrará en algunos ejemplos de los
resultados de la implementación de las mejores prácticas regulatorias a
nivel mundial que han contribuido a la reducción de la quema y venteo
de gas y pudieran ser aplicadas en el contexto latinoamericano.
a. Noruega:
Redujo sustancialmente sus índices de venteo, emisiones fugitivas y
quema de gas a través de esquemas regulatorios incrementales, el
reconocimiento de la pérdida económica que implican estas prácticas, y
una cercana cooperación entre las autoridades y la industria. Algunas
de sus regulaciones son:
1972. Decreto Real que regula la práctica de la quema de gas.
1985.
Ley de Actividades Petroleras que establece la prohibición del venteo y
la quema de gas ya que dilapida un recurso valioso. Una reforma
posterior, establece que sólo se permitirá el venteo, en cantidades
predefinidas, cuando éste se relacione con la seguridad industrial de
la operación. Lo anterior, previa autorización del Ministerio
competente.
1991.
Adición a la Ley, estableciendo que la contaminación del venteo y quema
de gas queda sujeta a regulación económica, con un impuesto especial al
CO2. Este impuesto ha aumentado progresivamente y la tasa es
de 0,96 NOK (~ $ 0,16 USD) por metro cúbico estándar de gas y litro de
petróleo o condensado a partir del 1 de enero de 2013 y se ha
convertido en una herramienta para regular la combustión e incentivar
el uso de gas asociado.
1996.
Ley de actividades petroleras. Prohíbe la quema, excepto con el permiso
del Ministerio: “No se permitirá la quema en exceso de las cantidades
necesarias para la seguridad operacional normal a menos que sea
aprobada por el Ministerio” (Sección 4.4) (Perrine Toledano, Belinda
Archibong, Julia Korosteleva, 2014):
- Se requiere incluir la
utilización de gas asociado en el Plan de Desarrollo y Operación, para
obtener la aprobación de la autoridad.
- Permisos anuales de quema de gas.
- Evitar el desperdicio de petróleo y energía del yacimiento.
- El venteo no está de acuerdo con el principio de producción de petróleo ambientalmente prudente.
2005.
Ley de Comercio de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (modificada
en abril de 2011). Implica que la Directiva de Comercio de Derechos de
Emisión de la Unión Europea (UE), y las decisiones conexas, aplican a
las actividades petroleras noruegas, por lo que están sujetas a
derechos de emisión obligatorios, en consonancia con las actividades
sujetas a derechos obligatorios en la UE.
La Dirección de Petróleo de Noruega
(Norwegian Petroleum Directorate, NPD) monitorea de cerca el desarrollo
de los yacimientos de petróleo y gas imponiendo estrictamente las
prohibiciones de quema.
De acuerdo a Perrine, Archibong y Korosteleva:
La
aplicación de este marco normativo se ve facilitada por la proximidad a
los enormes mercados de gas natural, combinados con una infraestructura
de transporte de gasoductos existente que puede acceder a esos
mercados. Esto hace que la inversión incremental para monetizar el gas
sea mucho menor que en países no ubicados cerca de grandes mercados
como los de África. En el contexto de Noruega, la reducción de la quema
de gas natural asociado es mucho más fácil y menos costosa de lograr.
(2014, p.2).
Aunque la situación descrita en el
párrafo anterior difiere de las condiciones de los países en
Latinoamérica, las medidas del marco legal de Noruega han sido exitosas
en disminuir las prácticas de quema y venteo de gas. Algunas medidas
que se recomienda replicar se indican en la figura 14.
Figura 14. Medidas exitosas orientadas a la disminución de la quema y venteo de gas en Noruega.
Fuente:
Perrine Toledano, Belinda Archibong, Julia Korosteleva (2014). Norway
Associated Gas Utilization Study. Traducción realizada por la autora.
b. Canadá.
El régimen regulatorio y comercial jugó un rol significativo en el
incremento de la utilización del gas asociado en Canadá. Algunas
medidas que fueron efectivas y se recomienda implementar son: 1) El gas
quemado y venteado es regulado por las provincias, no por el gobierno
federal, 2) se establecieron objetivos voluntarios, discutidos con los
socios de la industria, a través de La Alianza Estratégica para un Aire
Limpio, 3) Establecimiento de metas consensuadas y de manera
individual.
Las normas nacionales sobre la
quema y venteo de gas se establecen a nivel federal y a nivel local por
agencias como el Consejo de Conservación de Recursos Energéticos de
Alberta (Alberta´s Energy Resources Conservation Board,
ERCB) para garantizar el cumplimiento de los objetivos de calidad del
aire local. Los reguladores de las provincias de Canadá solicitan
reportes de los volúmenes quemados de forma anual y publican los
resultados de cada productor de petróleo, aplicando un estricto
cumplimiento de las multas y cancelación de licencias en casos de
incumplimiento. Alberta también tiene un mercado de gas desregulado, de
acceso abierto a la infraestructura y políticas de extensión de
regalías, para reducir los niveles de quema y venteo.
El buen desarrollo de la
infraestructura de gasoductos y transporte entre Canadá y EE.UU.
también ayudó a la distribución del gas asociado a los mercados en
Norteamérica. Asimismo, existe un mercado interno sólido para el gas,
donde los productores pueden vender gas asociado a compradores
minoristas o industriales.
Así, las empresas se comprometieron
a reducir el 25% de la quema de gas asociado entre 1996 y 2001 y como
resultado se superó la meta al reducir en 50% la quema para el 2001. El
aumento de la quema de gas en 2013, particularmente en Alberta, ha sido
atribuido a un aumento en la producción de arenas de petróleo pesado y
a los bajos precios del gas que hacen no factible el uso de gas
asociado.
Algunas de las legislaciones canadienses en la materia son:
- La ley de Protección del
Medio Ambiente, que provee directrices y objetivos cualitativos en
materia de protección ambiental, atendiendo a las exigencias de las
jurisdicciones locales.
- En Alberta, se
establecieron concentraciones máximas de agua (H2O), dióxido de azufre
(SO2), dióxido de nitrógeno (NO2) y monóxido de carbono (CO), sin que
dicha regulación ignorara los requerimientos propios de la industria
petrolera. El Consejo de Energía y Rentabilidad de la EUB en Alberta
participa en el proceso de definición de estos umbrales.
- La regulación promueve
además la colaboración de instituciones públicas y privadas, a los
efectos de obtener el mayor valor económico posible de la quema y el
venteo de gas.
- A partir de 1998, el
Ministro de Energía anunció un programa de exenciones de regalías sobre
el gas asociado como un incentivo adicional para la conservación de gas
asociado (Perrine, Archibong y Korosteleva, 2014, p.6); el cual incluye:
- La renuncia por 10 años a las regalías, independientemente del uso final del gas natural asociado.
- Las compañías están exentas
de regalías, si se comprueba que la producción se vuelve antieconómica
debido al cobro de las mismas.
- Cualquier gas destinado a la generación eléctrica está exento de regalías.
c. Otros países.
La breve descripción de las experiencias de varios países en materia de
incentivos fiscales y medidas punitivas (Ver figura 15) nos permite
concluir que una mezcla de ambas estrategias, y su correcta aplicación,
es la mejor práctica regulatoria recomendada para promover la
disminución de las prácticas de quema y venteo de gas.
De igual forma, se sugiere que
estas acciones, estén acompañadas de algunas reformas institucionales
necesarias para incentivar la utilización de gas natural asociado.
Figura 15. Incentivos fiscales y medidas punitivas aplicadas en el mundo.
Fuente:
Perrine Toledano, Belinda Archibong, Julia Korosteleva (2014). Overview
Associated Petroleum Gas (APG). Traducción realizada por la autora.
Figura 16. Reformas Institucionales enfocadas a incentivar el uso de gas asociado.
Fuente: ídem.
Finalmente,
las regulaciones y acciones para prevenir o mitigar la quema y venteo
de gas fueron estudiadas por la EIA y PFC Energy (2007) ofreciendo
recomendaciones, similares a las mencionadas de Canadá, Noruega y otros
países. A continuación, se ofrece un resumen de las más exitosas, como
referencia para los países latinoamericanos. Estas son:
- Incluir en las licencias
y/o permisos de explotación de petróleo otorgados, los requerimientos e
infraestructura para el uso del gas asociado (condiciones de uso,
disposición y límites específicos de quema y/o venteo de gas).
- Desarrollar
legislaciones específicas para la utilización de gas asociado, que
definan las responsabilidades y derechos de las partes, incluyendo la
regulación y límites de los niveles de quema y venteo para las agencias
gubernamentales y compañías petroleras.
- Incentivos como, reducción de impuestos o excepciones a compañías que desarrollen tecnologías que reduzcan la quema o venteo.
- Complementar el punto 3
con multas. Para mejores resultados, se sugiere que sean lo
suficientemente altas, además de específicas para la quema y el venteo,
pues los impuestos por unidad de gas quemado, en lugar de concentrarse
en las emisiones de metano, son más efectivos en desestimular la quema
de gas.
- Requerir el reporte de volúmenes de gas quemado y venteado, de forma regular y pública.
- Definir claramente responsabilidades a las autoridades locales, regionales o nacionales según corresponda.
- Desarrollar capacidades de monitoreo y medición por parte de las autoridades competentes en la materia.
- Acceso abierto
responsable a las redes de transporte, distribución y procesamiento de
gas, así como libertades para invertir en ellos (bajo la guía y
autorización de las autoridades locales).
- Promover créditos de
carbono, bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kioto,
como un potencial incentivo financiero que soporte los proyectos de
reducción de quema y venteo, hasta tanto se definan los nuevos
mecanismos de financiamiento ofrecidos en el marco del Acuerdo de
París.
- Desregular los mercados
de gas y combustibles. La ausencia de mercados competitivos para el gas
y otros combustibles, retrasan los esfuerzos por valorar el gas a su
costo de oportunidad, y en cambio, su bajo valor promueve el uso de
este hidrocarburo en la reinyección en campos de petróleo o su quema y
venteo.
En cuanto a las mejores prácticas técnicas y operacionales:
- Adecuado diseño y ciclo de vida de los yacimientos y su proyección.
- Análisis previo de los efectos de la extracción del gas sobre la recuperación del petróleo vs reinyección.
- Eficiencia en las
instalaciones (diseño, coordinación, normas y estándares) o
modernización de las instalaciones existentes y su operación.
- Pronósticos y programas de quemas rutinarias.
- Situaciones de quema o venteo que requieren autorización implícita o expresa.
- Quemar o ventear conforme a estándares, establecidos en instructivos o manuales.
- Mantener seguimiento de responsables, bitácoras, reportes, supervisiones y auditorías.
CONCLUSIONES
Luego del análisis de las prácticas
de quema y venteo de gas, tanto en términos generales, como
particulares para los casos de Ecuador, México y Venezuela, se puede
concluir que:
- Los países queman y
ventean gas debido a que no cuentan con la infraestructura para su uso
y aprovechamiento, ni con un marco fiscal y legal que incentive la
inversión para desarrollar de dicha infraestructura.
- Para revertir esta
condición es necesario realizar inversiones que, considerando el valor
del gas natural en los mercados locales (subsidiados), no resultan
económicamente atractivas para las empresas petroleras. Sin embargo,
cuando se evalúan los costos de capital versus el ingreso obtenido por
la comercialización del gas natural valorizado a costo de oportunidad,
cambian los resultados, lo que indica que hay una oportunidad
económicamente viable para lograr los objetivos de recuperación del gas
quemado y venteado que debe ser estudiada con mayor profundidad.
- El costo de oportunidad
del gas quemado y venteado en términos económicos (costo de los
combustibles alternos para cubrir el déficit de gas), sociales
(bienestar que brindan a la población los servicios públicos de gas
doméstico y electricidad) y ambientales (daños a la presente y futuras
generaciones) son un estímulo lo suficientemente importante como para
que los Estados y Organizaciones Internacionales promuevan y provean
las condiciones necesarias para la disminución de estas prácticas.
- Los instrumentos que
tienen los Estados para disminuir al mínimo las prácticas de quema y
venteo de gas asociado son: a) Difundir, promover y facilitar el acceso
de las empresas petroleras a asesoría técnica y opciones de
financiamiento de los proyectos de infraestructura para el
aprovechamiento de los volúmenes de gas asociado y b) Un marco
regulatorio apropiado, aceptado y entendido por las partes
involucradas, enfocado específicamente en controlar y minimizar las
prácticas de quema y venteo de gas asociado.
En cuanto a la asesoría
técnico–financiera y los estímulos económicos a los proyectos de
infraestructura para el aprovechamiento del gas asociado a
continuación, se recomiendan algunas acciones estatales:
- Promover acuerdos de
cooperación con Organizaciones Internacionales para realizar un
diagnóstico de las condiciones técnicas de los campos petroleros con
gas asociado, por empresa y país, y de la infraestructura disponible
para el aprovechamiento del gas asociado. Asimismo, promover el
intercambio y la transferencia tecnológica.
- Conducir alianzas con
Organizaciones Internacionales que apoyen con la definición y
delimitación de los proyectos necesarios para disminuir al mínimo las
prácticas de quema y venteo de gas asociado en cada país, y su
factibilidad económica; incluyendo, tanto los costos fijos y variables
de las inversiones necesarias para la recuperación del gas natural
asociado, como también, los costos fijos y variables de la
infraestructura necesaria para la utilización y monetización del gas.
- Ofrecer a las empresas
el retorno/ reconocimiento económico por concepto de las externalidades
positivas que generen, como por ejemplo: 1) el ahorro de los
combustibles alternativos como diésel y fuel oil que sean reemplazados
con el gas natural asociado recuperado y 2) la venta de bonos de
carbono.
- Asesorar y respaldar a las empresas en el acceso a créditos frente a instituciones internacionales.
- Desarrollar un marco
fiscal/regulatorio donde se combinen los incentivos fiscales, como la
reducción de impuestos o excepciones a compañías que desarrollen
proyectos de infraestructura para el aprovechamiento del gas asociado,
con medidas punitivas/coercitivas que conviertan la quema y venteo de
gas en una actividad costosa.
En relación a la recomendación de
un marco normativo específico, de mutuo acuerdo con las empresas, para
regular las prácticas de quema y venteo por país, se recomienda que
abarque:
- La obligatoriedad de la
medición de los volúmenes de gas quemados y/o venteados, así como la
publicación de los mismos como mecanismo de transparencia y
responsabilidad.
- Fijar un límite máximo de volumen de gas natural asociado quemado y venteado permitido.
- Establecimiento caso a
caso, de los límites y lapsos de tiempo transitorios para la
implementación de proyectos de infraestructura enfocados en la
disminución progresiva de la quema y venteo sostenido de gas natural
asociado.
- Procedimientos para
solicitar y notificar excepciones temporales, causas para las cuales
aplican (emergencias operacionales o por razones de seguridad) y lapsos
de tiempo para implementar los correctivos.
- Medidas punitivas
aplicables en caso de incumplimiento, impuestos por volúmenes de gas
quemado y venteado, e incluso suspensión de permisos de explotación.
- Definición de las autoridades locales, regionales o nacionales que darán seguimiento al cumplimiento de la norma.
Finalmente, se destaca que las
Organizaciones Internacionales juegan un rol fundamental en conocer con
profundidad la situación de los principales países que presentan esta
problemática, difundir los avances e iniciativas exitosas y contribuir
en las soluciones, demostrando que la unión de esfuerzos y cooperación
internacional son altamente efectivas. En este sentido, las acciones y
gestiones gubernamentales serán fundamentales para aprovechar estas
iniciativas en pro de apoyar a las empresas petroleras nacionales en el
logro de sus objetivos de minimizar los volúmenes de gas quemados y
venteados.
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Pie de página:
1 La Alianza Mundial para la
Reducción de la Quema de Gas (en inglés: Global Gas Flaring Reduction
Partnership, GGFR), es una alianza público - privada que lanzó el Banco
Mundial en agosto de 2002 con el objetivo de asistir a gobiernos y
empresas en sus esfuerzos por reducir la cantidad de gas quemado en el
mundo.
2 Cuando se habla de procesamiento
se refiere a la separación (del crudo en el caso del gas asociado),
deshidratación, endulzamiento y fraccionamiento del gas.
3 Al respecto, la Energy Research
Architecture, (ERA) indica lo siguiente: “El venteo se refiere a la
liberación deliberada de gas asociado. Esto resulta en emisiones de
metano muy altas, ya que el gas asociado entra en la atmósfera sin
combustión. El impacto climático de la ventilación es así muchas veces
mayor que el de la quema, ya que el factor de calentamiento global del
metano es 34 veces mayor que el del CO2.” (2015, p.5).
4 Ministerio del Ambiente de
Ecuador sobre NAMA OGE & EE: “A partir del 2013, una vez culminados
los compromisos establecidos en el Protocolo de Kioto, la CMNUCC ha
llamado a las partes (países desarrollados y en desarrollo) a llevar
acciones de mitigación apropiadas para cada país (llamadas NAMA por sus
siglas en inglés). En el contexto ecuatoriano, una NAMA es una acción
voluntaria de reducción emisiones de gases de efecto invernadero basada
en los objetivos de desarrollo del Ecuador que se impulsa a través de
las políticas nacionales y sectoriales; y, contribuye al desarrollo
sustentable del país, generando cobeneficios. Los resultados de esta
acción deberán ser medibles, reportables y verificables.” (2015).
5 El NOAA National Geophysical Data
Center (NGDC) ha hecho significativas mejoras en la detección de las
actividades de quema y estimaciones de los volúmenes de gas venteado en
años recientes.
6 Los costos que se analizarán en
esta sección se refieren a los Costos de Capital de implementar un
proyecto de recuperación del gas quemado y venteado, es decir, no
incluyen los costos variables (operativos, fiscales y de
funcionamiento), ni la infraestructura para la transformación,
transporte, distribución o uso in situ del gas recuperado. Los costos
de capital son aquellos en los que se incurre una sola vez
al inicio del proyecto, por ejemplo, el costo de instalación único de
una planta, después del cual sólo habrá costos operativos o de
funcionamiento recurrentes.
http://www.businessdictionary.com/definition/capital-cost.html.
7 Es el resultado de promediar los 6 - 9 US $/PCD del rango de costos estimados por el GGFR
8 Solo como referencia utilizando
el valor promedio que toma la GGRF, aunque actualmente el precio se
encuentre en promedio cercano a los 3 US$/MMBTU.
9 Como se mencionó anteriormente,
se considera como costo de oportunidad de los volúmenes de gas quemados
y venteados de gas, el valor de los productos petrolíferos como el
diésel y el fuel oil que deben ser utilizados para cubrir el déficit
del gas, principalmente en el sector eléctrico y cambian
sustancialmente los resultados de la evaluación, triplicando los
ingresos y apalancando buena parte de las inversiones.
10 21va Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC).