Fuente: Datos globales correspondientes a 2014 respecto a las estadísticas del Banco Mundial.
Si
analizamos las tres principales economías de la región, México, Brasil
y Argentina, en total estos tres países redujeron entre 2007 y 2016 en
el entorno de 6.7 millones de personas la población sin acceso a la
electricidad. El mayor avance en el período fue logrado por Brasil que
a partir de programas muy ambiciosos como el Programa Luz para Todos
dio acceso a la electricidad a más de 3.4 millones de personas en ese
período.
Un dato muy interesante es la evolución en materia de acceso de algunos
países de Centro América. Un caso notorio es Honduras que en el mismo
período logró la conexión a la electricidad de más de 1 millón de
personas, una cifra impactante para el tamaño comparativo de la
economía hondureña.
Los países del Caribe han logrado una cobertura eléctrica promedio del entorno del 78.9 % y esta cobertura sin Haití es del 97%.
Por tal motivo sigue siendo preocupante la situación de Haití, mientras
todos los países de la región vienen experimentando un sendero de
reducción de la población sin acceso a la electricidad, Haití tiene más
de 7.6 millones de personas sin acceso. Esto significa que el 70% de la
población hoy se encuentra sin acceso y este porcentaje en vez de ir
decreciendo aumenta cada año. Si se comparan los valores de acceso
actuales con las cifras en 2007, en 2016 hay 650 mil haitianos más sin
acceso a la electricidad respecto a la población sin acceso en 2007.
Figura 3. Evolución de la población sin acceso a la electricidad - Haití
Fuente: OLADE, elaboración propia con base en datos registrados en
sieLAC
Nota: El porcentaje corresponde a la población sin acceso de electricidad respecto a la población total.
Es una
clara señal de alerta, es una situación de emergencia declarada desde
hace mucho tiempo en Haití y que requiere una acción de reparación
inmediata con el compromiso de toda la comunidad internacional. Es de
destacar que la población sin acceso puede ser abastecida por redes
eléctricas y no estaríamos hablando de soluciones en isla destinadas a
zonas remotas, ya que la población objetivo se encuentra concentrada y
no existen restricciones relevantes a nivel geográfico.
Es evidente el efecto directo y multiplicador para el desarrollo social
y económico que tiene cualquier esfuerzo destinado a la electrificación
para poder brindar acceso a la energía de la población más vulnerable,
esto se ha observado en nuestra región durante toda la década pasada.
El acceso a la electricidad mejora las condiciones
Sanitarias y los servicios de salud, tiene un efecto directo en el
acceso a la educación y la escolarización de los niños, permite
asimismo que se inicien actividades productivas y de comercio que
posibilitan a la economía doméstica lograr un sendero de crecimiento
genuino y brindar mejores condiciones a los segmentos más desplazados
de la sociedad.
Vivimos en la región del planeta más desigual, trabajar en el acceso a
la energía es una de las formas que tenemos para reducir esta brecha.
Los avances han sido muchos pero aún es necesario un esfuerzo final.