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LA EVOLUCI�N DEL CONCEPTO ENERG�A Y DESARROLLO SOSTENIBLE AL DE PLANIFICACI�N ENERG�TICA SOSTENIBLE


Hugo Altomonte
Doctor en Econom�a de la Energ�a, Grenoble, Francia. Ex vicepresidente del IDEE asociado a la Fundaci�n Bariloche, Ex Director de la Divisi�n de R. Naturales e Infraestructura de la CEPAL-Naciones Unidas. Consultor Internacional en recursos naturales y energ�a.
hugo.altomonte@gmail.com


Recibido: 19/09/2017 y Aceptado: 31/10/2017

ENERLAC. Volumen I. N�mero 2. Diciembre, 2017 (10-23).

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RESUMEN

As� como para llegar a los objetivos del desarrollo sostenible (ODS) hubo que transitar un camino no exento de complejidades, plantear objetivos e instrumentos para implementar la planificaci�n energ�tica integral y sostenible en un pa�s, requiere de un recorrido de similares complejidades.

De all� la importancia de pasar revista y analizar la din�mica conceptual y emp�rica que sigui� la relaci�n entre energ�a y desarrollo sostenible. Reci�n en los a�os noventa comienza a ser incorporado, y de una manera somera o superficial, el concepto de sustentabilidad en la pol�tica energ�tica de casi todos los pa�ses de Am�rica Latina. Y esto obedeci� m�s a razones ambientales que a una concepci�n integral del desarrollo sostenible, que incluye los ejes econ�mico, social, ambiental e institucional.

De las diferentes dimensiones que deben tomarse en cuenta para desarrollar, implementar y monitorear el proceso de planificaci�n energ�tica integral y sostenible, dos necesitan de una mayor atenci�n por parte de las autoridades y la sociedad en su conjunto: la dimensi�n pol�tica, porque muchas veces las decisiones que se deben tomar transcienden al sector energ�tico; y la dimensi�n o marco legal en que deben encuadrarse las actividades energ�ticas.

Palabras Claves: Energ�a, Desarrollo Sostenible, Planificaci�n Energ�tica Integral, Pol�tica Energ�tica.

ABSTRACT

Much like the necessity of going down a path full of complexities in order to reach the Sustainable Development Goals (SDGs), setting objectives and tools to implement integral energetic and sustainable planning in a country requires to follow a path of similar complexities.

Hence the importance of reviewing and analyzing the conceptual and empirical dynamics that followed the relationship between energy and sustainable development. It was not until the 1990’s that the concept of sustainability in energy policy, of almost all Latin American countries, began to be incorporated in a superficial manner. And this was due more to environmental reasons than to an integral conception of sustainable development, which includes the economic, social, environmental and institutional axes.

Out of the different dimensions that must be taken into account to develop, implement and monitor the integrated and sustainable energy planning process, there are two that require greater attention from authorities and society as a whole: the political dimension, given that many times the decisions that must be made go beyond the energy sector; and the legal dimension in which energy activities should be framed.

Keywords: Energy, Sustainable Development, Integral Energy Planning, Energy Policy.


1. LOS ANTECEDENTES

El objetivo de estas reflexiones es centrar/ delinear la trayectoria que sigui� el pensamiento y las investigaciones de algunos organismos regionales en la relaci�n entre energ�a y desarrollo sostenible. Abarcar todas las instancias o convenios institucionales de esos organismos con OLADE, as� como la diversidad de temas/ejes de an�lisis rebasa el alcance de estas notas. Por eso me centrar� en el proyecto OLADE/CEPAL/ GTZ como precursor del an�lisis y direccionalidad que tom� la gu�a para la planificaci�n energ�tica que public� OLADE1. Tambi�n har� especial referencia al resultado de algunos proyectos que se desarrollaron en OLADE y en la CEPAL con la cooperaci�n del gobierno de Alemania, que a mi juicio sirvieron de insumos a dicha gu�a de planificaci�n, en particular a la concepci�n de la planificaci�n energ�tica sostenible. Tampoco har� una cr�nica pormenorizada del sendero anal�tico perseguido para el estudio del cambio clim�tico y/o de las pol�ticas ambientales en la regi�n, solo tomar� algunos foros internacionales, principalmente los de las Naciones Unidas, que constituyeron hitos y referencias ineludibles para el debate: energ�a – desarrollo - sostenibilidad.

La Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Humano, conocida tambi�n como Conferencia de Estocolmo2, celebrada en junio de 1972 fue la primera de una serie de conferencias y/o convenciones de la ONU sobre cuestiones ambientales a nivel internacional. La de Estocolmo es reconocida porque marc� un punto de inflexi�n en el desarrollo de la pol�tica internacional del medio ambiente. Pero lo llamativo, o no para esa �poca, es que dentro de los siete puntos de la “proclamaci�n” no figura ninguna relaci�n a la energ�a.

Sigui� luego la conferencia de R�o de Janeiro en junio de 1992 denominada Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio ambiente y el desarrollo3, que tampoco menciona entre sus veinti�n principios temas relacionados ni con la producci�n, ni con el consumo o acceso a servicios de energ�a.

Es reci�n en la Cumbre de Johannesburgo4, de 2002, que se alude expl�citamente a la energ�a. Esto se debe a que en esa cumbre se plante� que, para lograr un futuro sostenible, es necesario atacar varios frentes como la pobreza, el agua, el saneamiento, la agricultura, la desertificaci�n y la energ�a. Y estableci� ciertos objetivos a alcanzar en 2015, los denominados Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

Luego siguieron otras iniciativas en varias Cumbres y/o Conferencias de las Naciones Unidas para el desarrollo sostenible, desde el Protocolo de Kyoto (adoptado en diciembre de 1997 con entrada en vigor en 2005) hasta la reciente Conferencia de Par�s sobre el Clima (COP21), celebrada en diciembre de 2015. En todos los casos, hay referencias expl�citas a todos los eslabones de la cadena productiva energ�tica y en particular, en esta �ltima, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecen en el objetivo #7, (ODS 7) “garantizar el acceso a una energ�a asequible, segura, sostenible y moderna para todos”. El diagn�stico a escala internacional, a 2015, era bien claro: a) un 20% de la poblaci�n mundial no est� electrificada en calidad ni en cantidad con servicios modernos; b) tres mil millones de personas, principalmente en �frica, pero tambi�n de zonas rurales de pa�ses de Am�rica Latina y el Caribe dependen de la biomasa tradicional (le�a) fundamentalmente para la cocci�n de alimentos y un uso menor para calefacci�n; c) el consumo y producci�n de energ�a representa alrededor del 60% del total de emisiones de gases de efecto invernadero a escala mundial.
 
Como se aprecia entonces, dado el proceso hist�rico descrito hasta aqu�, el contenido y la direccionalidad que se propusieron en el programa Energ�a y Desarrollo Sostenible de OLADE y la CEPAL con la Cooperaci�n del Gobierno de la Rep�blica Federal de Alemania, fueron precursores tanto a escala regional, y de alguna forma a escala internacional del v�nculo entre ambos conceptos.


2. LOS PRIMEROS CONCEPTOS SOBRE ENERG�A Y DESARROLLO SOSTENIBLE: EL PROYECTO OLADE/CEPAL/GTZ

Entre mediados del a�o 1993 y junio de 1994 se dise�� el Proyecto del programa de la agencia de cooperaci�n de Alemania (en su momento GTZ) con dos agencias regionales: la Organizaci�n Latinoamericana de Energ�a (OLADE) y la Comisi�n Econ�mica para Am�rica Latina y El Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL).

La idea inicial de este proyecto fue evaluar los impactos de las reformas energ�ticas que estaban enfrentando los pa�ses de la regi�n sobre el desarrollo del sector energ�tico5. En esa �poca, ya hab�an comenzado los procesos de reformas administrativas y econ�micas en la mayor�a de los pa�ses de A. Latina, las que inclu�an al sector energ�tico. Desde nuestro proyecto, mediante estudios de casos, se intent� disponer de una muestra representativa que diera cuenta de los diferentes tipos de reformas en pa�ses que contaran con diferentes dotaciones de recursos naturales.

Para ello se eligieron tres pa�ses: i) El Salvador, pa�s que representar�a a aquellos de peque�a escala de sus sistemas el�ctricos, e importadores netos y con reformas energ�ticas parciales; ii) Chile que representar�a a los de escala intermedia, importadores de crudo pero con recursos hidro y reformas radicales del sector energ�tico; iii) Colombia, exportador de energ�a, de escala mediano – grande de sus sistemas y reformas parciales, adem�s de contar con dos empresas p�blicas articuladoras en sus respectivos sectores.

Los resultados de estos trabajos se discutieron con todos los actores de la esfera p�blica y la privada, organismos de gobiernos, empresas, academia, ONG de cada pa�s.

Se establecieron par�metros para pa�ses de condiciones similares a los de la muestra, por medio de ocho indicadores para cada uno de los 26 pa�ses miembros de OLADE. Tres indicadores en el eje econ�mico (productividad de la energ�a, autarqu�a energ�tica y robustez de las exportaciones), tres para el eje ambiental (limpieza de la matriz, participaci�n de las renovables, alcance de recursos f�siles y le�a); y dos para el eje social (cobertura el�ctrica y consumo de energ�a �til/habitante). Esta primera etapa del proyecto6 produjo un gran impacto en la regi�n por cuanto por primera vez se pudieron evaluar por medio de indicadores las relaciones entre energ�a y los ejes econ�mico, social y ambiental del desarrollo sostenible. Y por primera vez tambi�n, los formuladores de pol�ticas dispon�an de una base num�rica y medible para establecer rumbos de acci�n en los tres ejes del desarrollo sostenible del sector energ�tico, en funci�n de indicadores cuantitativos, que sirvieran para evaluar los procesos de reformas que esos pa�ses hubiera o estaban en proceso de implementar.

Los indicadores as� establecidos, sirvieron y sirven tambi�n para efectuar comparaciones entre pa�ses. Y si para un pa�s se replicaran cada cierto intervalo de tiempo, cinco a�os, por caso, en lugar de tener una “fotograf�a” se tendr�a una “pel�cula” y poder configurarse de esa forma una evoluci�n o sendero que han seguido los pa�ses (en la figura 1 se toma el caso de Bolivia para los a�os 1990 y 1994).

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Figura 1. Indicadores de Sustentabilidad Energ�tica para Bolivia (1990 y 1994).
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Fuente: Ren� Salgado y Hugo Altomonte. Indicadores de Sustentabilidad 1990-1999. CEPAL. Proyecto OLADE/CEPAL/GTZ. Santiago 2001.


En esta primera fase del proyecto y en funci�n de los estudios de casos y presentaciones de resultados en los seminarios nacionales, se produjeron en algunos pa�ses hechos pol�ticos de mucha importancia. Tal es el caso de Chile. En este pa�s el proyecto permiti� discutir por primera vez las reformas del sector en Chile luego del retorno a la democracia en los ’90, y esto gracias a los ocho trabajos que se hicieron como estudios en diferentes sectores y temas. El conjunto de esos trabajos fue utilizado por el fiscal econ�mico de Chile en el juicio econ�mico en contra de uno de los holdings, con el objeto de desarticular el monopolio verticalmente integrado que detentaba el holding esto es la generaci�n de electricidad, la transmisi�n y la distribuci�n. Si bien la resoluci�n N� 488, de 11 de junio de 1997 de la Comisi�n Resolutiva no dio lugar a la solicitud del fiscal econ�mico se cita… a) una investigaci�n “destinada a proponer las medidas que sean necesarias para asegurar y restablecer la transparencia del mercado de la energ�a el�ctrica en el Sistema Interconectado Central (SIC)” y …  b) La denuncia que sobre esta misma materia formul� el abogado Sr. Ram�n Briones Espinosa, a fs. 100, acumulada a la investigaci�n dispuesta por la Fiscal�a Nacional Econ�mica por resoluci�n de fs. 109, vtas…. Que entre otros corresponden a los trabajos que se desarrollaron en el marco del Proyecto CEPAL-GTZ antes citados.

En 1996, en un seminario regional que se realiz� en Brasil, se presentaron los resultados de la primera fase constituida por los tres pa�ses m�s otros trabajos que se hicieron paralelamente. Esta reuni�n, sirvi� para presentar el documento s�ntesis regional sobre Energ�a y Desarrollo Sostenible en Am�rica Latina y el Caribe7, documento que incluye la medici�n de los indicadores y principales conclusiones de los estudios de casos de los pa�ses mencionados.


3. DEL CONCEPTO A LA GU�A PARA FORMULACI�N DE POL�TICAS

Entre 1997 y el 2000 se realizaron una serie de estudios de caso adicionales (Bolivia, Brasil entre otros) y se elabor� la gu�a para la elaboraci�n de pol�ticas energ�ticas para el desarrollo sostenible. Dicha gu�a se aplic� en talleres en varios pa�ses tanto de Am�rica del Sur como Centroam�rica, y tambi�n en el Caribe de habla inglesa, lo que dio lugar a la publicaci�n “Energ�a y Desarrollo Sustentable en Am�rica Latina y el Caribe: Gu�a para la Formulaci�n de Pol�ticas Energ�ticas8.”

Posteriormente esta gu�a adem�s de ser utilizada en varios pa�ses en funci�n de los talleres sub-regionales9 sirvi� para rehacer una segunda versi�n mejorada de la se�alada en el punto anterior. Tambi�n hubo pedidos de asistencia t�cnica de otros pa�ses -que tienen un v�nculo con los resultados descritos en la cooperaci�n Alemania-OLADE-CEPAL10.

En Colombia las autoridades energ�ticas implementaron la gu�a a trav�s del proyecto “An�lisis y revisi�n de los objetivos de pol�tica energ�tica colombiana de largo plazo y actualizaci�n de sus estrategias de desarrollo PEN 2010-203011. Es decir cinco a�os despu�s autoridades de gobierno de varios pa�ses implementaron el manual de pol�ticas desarrollado por el proyecto OLADE-CEPAL-GTZ, lo que ejemplifica el fortalecimiento de las estructuras pol�ticas en las que el proyecto contribuy� a la formulaci�n de pol�ticas energ�ticas para el desarrollo sostenible.

Asimismo, los indicadores que por primera vez para Am�rica Latina se elaboraron por el proyecto, fueron retomados por otros organismos de Europa para ser replicados en sus ejes social, econ�mico y ambiental. Es cierto que los ocho indicadores del proyecto OLADE/CEPAL/GTZ fueron ampliados, dado la disponibilidad de informaci�n que permiti� profundizar o sub ordinar los ocho indicadores antes citados en sub categor�as o agregados regionales, etc. Por ejemplo la publicaci�n “indicadores energ�ticos del desarrollo sostenible: directrices y metodolog�as”12 de la Agencia Internacional de Energ�a At�mica (IAEA); y otros organismos como el Departamento de Asuntos Econ�micos y Sociales de las Naciones Unidas; la Agencia Internacional de la Energ�a, Eurostat, y la Agencia Europea del Medio Ambiente. Posteriormente, estas agencias en 2005, presentaron alrededor de 30 indicadores para indicar aspectos de la producci�n y el uso de la energ�a y las diferentes dimensiones del desarrollo sostenible y de las implicaciones de largo plazo de las decisiones actuales en materia de pol�tica13.

No caben dudas que los resultados del proyecto sirvieron de base para que otros organismos internacionales repliquen y profundicen en otras regiones del mundo el desarrollo conceptual de estos temas (en este caso indicadores para la relaci�n entre energ�a y desarrollo sustentable).


4. CON POSTERIORIDAD A LA GU�A DE POL�TICAS: VARIOS PROYECTOS, PERO CON UNA MISMA DIRECCIONALIDAD EN LA SOSTENIBILIDAD

Hacia el 2002-2003 con el apoyo de la cooperaci�n del gobierno de Alemania, OLADE y CEPAL, siguieron con proyectos propios a cada organismo, pero con los lineamientos principales que siguieron el sendero de energ�a y desarrollo sostenible. As� continuaron los talleres de aplicaci�n de la gu�a para la formulaci�n de pol�ticas en varios pa�ses, seminarios para discutir temas espec�ficos tanto a escala regional como sub regional y tambi�n a escala nacional. Reuniones, seminarios foros en los que participaron y se presentaron resultados sobre las �ltimas investigaciones en el tema de la relaci�n energ�a – sostenibilidad.

En agosto de 2005, OLADE hizo una primera evaluaci�n de las reformas energ�ticas desde la �ptica del desarrollo sostenible14, tomando como base los indicadores del proyecto OLADE/ CEPAL/GTZ. Las principales conclusiones de ese documento se sintetizan en:

Tambi�n la gu�a para la formulaci�n de pol�ticas, fue utilizada como base para el proyecto de OLADE con la cooperaci�n del gobierno de Canad� “Proyecto OLADE - CIDA - Desarrollo de Capacidades en Planificaci�n Energ�tica”. Esto sirve para visibilizar tambi�n las alianzas que nacieron a partir de la cooperaci�n con otras instituciones regionales, influenciando sin duda los conceptos y acciones de la formulaci�n de pol�ticas, en este caso a trav�s de la planificaci�n energ�tica16.
  • Metodolog�as para la Implementaci�n de los Mecanismos flexibles de Kioto – Mecanismo de Desarrollo Limpio en Latinoam�rica. Programa Synergy. Gu�a Latinoamericana MDL.
  • Uni�n Europea. UNESA. Abril 2005.
  • Talleres nacionales del mecanismo de desarrollo limpio (mdl), en varios pa�ses. Proyecto cambio clim�tico. CIDA, Universidad de Calgary. Varios talleres 2005;
  • Numerosos trabajos en revistas energ�ticas y ENERLAC de OLADE en los a�os 2005 – 2015.
  • Bases Conceptuales para el marco regulatorio del sector energ�tico sustentable. Parlamento Andino. OLADE. Bogot�, Colombia 2015.

Por su parte CEPAL, en 2002 – 2003 y con la cooperaci�n del gobierno alem�n (GTZ) comienza a desarrollar el trabajo sobre “sostenibilidad y renovabilidad” de la matriz energ�tica de A. Latina y el Caribe. Proyecto que tuvo un alto impacto pol�tico, dado que en octubre de 2003 el gobierno de Brasil y el gobierno de Alemania organizaron la primera Conferencia Regional para Am�rica Latina y el Caribe sobre Energ�as Renovables cuyos principales resultados pueden resumirse en:

En este documento por primera vez se presenta para la regi�n, una discusi�n metodol�gica sobre la diferencia entre los conceptos de sostenibilidad y renovabilidad de las fuentes energ�ticas. Este tema no es menor para la regi�n porque plantea el reto de fijar criterios para la sostenibilidad de la explotaci�n del recurso de biomasa (le�a) y de la hidroelectricidad.

En esta reuni�n se aprob� la plataforma de Brasilia, que si bien no fue un documento mandatorio ten�a dos puntos fundamentales: i) planteaba una meta de participaci�n futura de fuentes renovables para la regi�n al a�o 2010; y ii) los pa�ses encargaron a la CEPAL la elaboraci�n de un documento que deb�a ser presentado como posici�n regional en la “Conferencia Internacional sobre Energ�as Renovables de Bonn” que se celebrar�a en junio de 2004.

Dando seguimiento al mandato de la plataforma de Brasilia, en la reuni�n internacional de Bonn el proyecto CEPAL-GTZ present� el documento “Energ�as Renovables en A. Latina y el Caribe: situaci�n y propuestas de pol�ticas”. Este documento fue presentado en el plenario de la reuni�n de Bonn, en representaci�n de A. Latina y el Caribe por la Ministra de Energ�a de Brasil Dilma Rousseff18. En este documento el proyecto plantea una visi�n integral en torno a tres iniciativas relevantes: i) la revaloraci�n ambiental y social de la hidroenerg�a; ii) la contribuci�n de las fuentes renovables de energ�a al desarrollo integral; iii) el uso racional de la biomasa, los biocombustibles y la eficiencia energ�tica; Temas que a�n hoy en 2017 siguen estando en la agenda pol�tica de los pa�ses de A. Latina.

En el campo de la eficiencia energ�tica, la CEPAL con GTZ inici� un proceso de di�logos pol�ticos para la promoci�n de la eficiencia energ�tica regional, que se viene desarrollando de forma ininterrumpida desde 2010, busca promover al m�s alto nivel pol�tico un di�logo entre todos los actores en �reas o temas espec�ficos que hacen a la eficiencia energ�tica. A trav�s de estos di�logos el proyecto ha fortalecido las estructuras pol�ticas de los pa�ses, as� como la solicitud de pedidos de asistencia t�cnica y tambi�n la concreci�n de proyectos con otras instituciones, por ejemplo, para el financiamiento de programas de eficiencia energ�tica con CAF y KFW19. En general los temas de los di�logos versaron sobre la institucionalidad, la financiaci�n sostenible de la eficiencia energ�tica; Indicadores para la eficiencia; movilidad y mercados (ESCOs).

Otro proyecto que encar� la CEPAL (que involucra tambi�n a OLADE) es el de Indicadores para evaluar las pol�ticas p�blicas de eficiencia energ�tica (Programa BIEE). Este proyecto cuenta con la ayuda t�cnica y financiera de la Agencia para la eficiencia energ�tica de Francia (ADEME). Este proyecto tiene por objetivo evaluar la eficacia de las pol�ticas o programas de eficiencia energ�tica20 a trav�s de indicadores generales o globales y sectoriales / subsectoriales, en la medida que la disponibilidad de la informaci�n lo permita.


5. DE LA GU�A DE POL�TICAS A LA GU�A DE PLANIFICACI�N ENERG�TICA INTEGRAL Y SOSTENIBLE

La experiencia de la mayor�a de los pa�ses de Am�rica Latina, desde mediados de los ochenta hasta fines de los noventa, demostr� que se emprendieron un conjunto de reformas que afectaron estructuralmente las instituciones, las cadenas productivas y por ende los mercados energ�ticos. En algunos casos con reformas parciales, s�lo de car�cter administrativo-legal y regulatorias; en otros con reformas radicales que involucr� tambi�n el cambio de dominio o propiedad de empresas y de los recursos naturales, tanto de hidrocarburos como el de algunos renovables como el agua (caso de la hidroelectricidad). Tanto en los casos en que se preserv� la estructura verticalmente integrada de las empresas p�blicas, en las que el Estado determinaba en qu�, cu�ndo y c�mo invertir; como en los casos en que el Estado abandon� las funciones empresariales, el rol del Estado para determinar las pol�ticas ha sido crucial21.

De la misma forma en que el Estado ha sido hist�ricamente y lo es en la actualidad, el rector de los lineamientos de la pol�tica energ�tica, le cabe un papel clave, y �nico quiz�s, en la planificaci�n integral del sector energ�tico. Esto debido a las m�ltiples interacciones de las pol�ticas p�blicas con las decisiones de diferentes organizaciones p�blicas descentralizadas o no, pero tambi�n privadas que necesitan de una coordinaci�n espacial y pol�tica. OLADE22 en este sentido,  se�ala que “… es vital que el Estado recupere su rol planificador de modo tal de brindar la posibilidad de acciones directas, identificando e implementando las modificaciones regulatorias necesarias para seguir el sendero deseado”.

Por esto le cabe al Estado la responsabilidad de desarrollar los procesos de planificaci�n sostenible. “La funci�n de un planificador es brindar la mayor cantidad de informaci�n concreta al decisor. El plan energ�tico, como entregable final de dicho proceso, carece de valor si las estrategias no son efectivamente ejecutadas y monitoreadas,… es importante planificar el sistema energ�tico, pero es a�n m�s importante que el sistema energ�tico opere conforme a lo establecido en el plan”23.

Como se mencion� en la introducci�n de estas reflexiones, actualmente existen exigencias que la sustentabilidad social y ambiental impone a la planificaci�n. Por ello se necesita de una visi�n de largo plazo, y como se estableci� en el proyecto OLADE/CEPAL/GTZ tambi�n de un equilibrio entre todas las dimensiones, o ejes, del desarrollo sostenible. Esto lleva, a que, al momento de tomar las decisiones, por ejemplo de proyectos de infraestructura para garantizar el abastecimiento energ�tico, se deban fijar prioridades de acuerdo a circunstancias geopol�ticas, de pol�tica nacional o departamental; as� como identificar los temas cr�ticos y desarrollar una estrategia viable – dentro de lo posible –; dentro de un marco legal y regulatorio acorde.

Un tema no menor que est� adquiriendo cada vez m�s importancia es el relacionado con la informaci�n y la institucionalidad. Para alcanzar los objetivos del planeamiento y, dependiendo del alcance de dicha planificaci�n, es decir para diferentes alcances espaciales o geogr�ficos de la planificaci�n, sea global o regional (m�s de dos pa�ses), nacional, regional o provincial, local, se requiere de una institucionalidad y de una serie de informaci�n diferente. Pero tambi�n se necesitan informaciones distintas de acuerdo al alcance temporal: corto y largo plazo.

La planificaci�n integral y sostenible requiere cada vez de m�s informaci�n, m�s completa y compleja, sobre los ejes del desarrollo sostenible. Sabemos que en los a�os pioneros de la planificaci�n en nuestra regi�n, esto es los a�os 60’y 70’, para planificar el sector el�ctrico “los llamados planes de expansi�n” contemplaban la proyecci�n de demanda, de equipamiento u oferta, cuantificaci�n de las inversiones el financiamiento y … las relaciones o indicadores de inversi�n/PIB, financiamiento local o en moneda extranjera, etc… Y los objetivos eran abastecer un determinado porcentaje de la poblaci�n, grados de fiabilidad de los sistemas; lograr el autoabastecimiento, etc. No hab�a menci�n ni a las renovables, ni al medio ambiente, ni a lo social (pobreza) y mucho menos a lo institucional.

En 2017, y quiz�s desde hace pocos a�os, para dise�ar pol�ticas p�blicas y hacer planeamiento el sistema de informaci�n integral energ�tico, tecnol�gico y socio-ambiental, es mucho m�s complejo en cantidad y calidad de informaci�n. Y esto en lo ambiental, en lo social, sobre la disponibilidad y evaluaci�n de recursos naturales; los protocolos internacionales sobre pueblos originarios, y tecnolog�as disponibles son cada vez m�s din�micos y cambiantes en el corto plazo, lo que obliga a cierta flexibilidad en la planificaci�n. Por ejemplo, encarar el tema de la generaci�n distribuida -y el de las redes inteligentes – con relaci�n al eje tecnol�gico, incluye con frecuencia: i) que es deseable la incorporaci�n de esta generaci�n a partir de fuentes renovables no convencionales; ii) que es necesario disminuir las brechas de consumos y por tanto es necesario el aumento del consumo y expansi�n a de redes a sectores periurbanos; iii) que asistimos a un cambio del paradigma de operaci�n de la tradicional red el�ctrica, soportado por la incorporaci�n masiva de la inform�tica y las comunicaciones. Pues bien, estos cambios demandan m�s mediciones, m�s seguridad y m�s normalizaci�n, que deben ir de la mano del desarrollo de la propia red inteligente. �La pregunta es si los pa�ses de Am�rica Latina est�n preparados para ello? �Tenemos la institucionalidad que este cambio requiere, en el sistema tarifario, en el sistema de inyecciones y retiros?24 �O en la calidad de la seguridad individual y de las viviendas? Am�rica Latina, y algunas ciudades y regiones de muchos de nuestros pa�ses no tenemos garant�as para quienes manejan estas informaciones sean no discrecionales y por tanto segura para sus habitantes.

La gesti�n de la informaci�n para la planificaci�n energ�tica integral y sostenible plantea varios desaf�os y dimensiones que est�n muy bien referenciadas y analizados en la gu�a de OLADE25. As� se hace referencia a las dimensiones econ�mica, ambiental, tecnol�gica, social. Y tambi�n a dos dimensiones en las cuales deber�amos prestar mayor atenci�n en el proceso de planificaci�n: i) la dimensi�n pol�tica, porque muchas veces las decisiones en el �rea energ�tica se basan, en la voluntad pol�tica y no en la evaluaci�n econ�mica, como ocurre muchas veces con cuantiosas inversiones de grandes represas; o de programas que podr�an afectar la geopol�tica de una subregi�n. O simplemente a nivel nacional, cuando se toman decisiones -a favor o en contra-de corte netamente pol�tico porque se est� en medio de un proceso eleccionario que van m�s all� de los an�lisis t�cnicos-econ�micos de los proyectos en s� mismos; ii) la dimensi�n legal o el marco legal en que deben encuadrarse las actividades energ�ticas.

Estas dos dimensiones son tan o m�s importantes que los cuatro ejes principales del desarrollo sostenible. Los ejemplos de proyectos que han sido abandonados por razones pol�ticas y legales abundan, sea proyectos que t�cnica, econ�mica y ambientalmente eran sostenibles, o al menos no se hab�a demostrado fehacientemente la “no sustentabilidad” de los mismos (algunos hidro de gran porte y otros porque eran desarrollados por empresas que estaban en proceso de consulta por corrupci�n). E incluso ciertos proyectos o programas de renovables no convencionales que se han visto favorecidos m�s por causas de “efecto de demostraci�n” que por causas t�cnico-econ�micas y/o ambientales –dado que las evaluaciones no incluyeron estos ejes, o porque esa evaluaci�n es inexistente – .

Es importante resaltar la inclusi�n del eje institucional en la gu�a de OLADE, que lo analiza como un cuarto indicador de sostenibilidad bajo el nombre de “Gobernabilidad”26, asociado a los aspectos institucionales. OLADE se�ala que “el desarrollo de capacidades es particularmente importante en el dise�o y mantenimiento de apropiados marcos institucionales, compatibles con las estructuras existentes y las pr�cticas en el proceso de decisi�n de pol�ticas. M�s tambi�n debe prepararse en la capacitaci�n para nuevas instituciones que exigen la din�mica del sistema energ�tico y su vinculaci�n con el desarrollo sustentable…. el efectivo funcionamiento de la coordinaci�n inter-institucional y la gobernabilidad del sistema es una condici�n para asegurar coherencia en los esfuerzos y los resultados esperados…. equipo competente es el resultado de un proceso que incluye conocimientos y experiencia para garantizar resultados y gobernabilidad del sistema”27. Es decir, se requiere como condici�n necesaria -aunque no suficiente- la necesidad de instituciones, pero con el necesario capital humano y presupuesto para que funcionen adecuadamente.

Finalmente, para implementar adecuadamente la gu�a de planificaci�n, se verifica que varios pa�ses de la regi�n est�n al debe en cuanto a la actualizaci�n y calidad de la informaci�n requerida. En particular en lo que hace a la inclusi�n en los balances energ�ticos de informaci�n sobre renovables no convencionales como solar, e�lica y biomasa; y en la elaboraci�n de balances en t�rminos de energ�a �til. Pero tambi�n en el desarrollo metodol�gico com�n en los pa�ses para incorporar la energ�a solar pasiva (calentamiento), la actualizaci�n de consumos de le�a, la inclusi�n adecuada de la biomasa no tradicional (consumo y producci�n); en la desagregaci�n de la informaci�n por regiones o departamentos y en subsectores de consumo.

Pero tambi�n hay que destacar ciertos aspectos positivos: varios pa�ses ya cuentan con informaci�n que se puede consultar en l�nea, tanto para el consumo como para la producci�n u oferta y tambi�n para licitaciones lo que ayuda a tener un sistema m�s transparente para la toma de decisiones por parte de productores y consumidores de energ�a, y de alguna forma contribuye a reducir las brechas sociales y productivas.


REFERENCIAS

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Pie de p�gina:

1 OLADE. Gu�a para la Planificaci�n Energ�tica

2 Ver Informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio humano. Estocolmo, 5 a 16 de junio de 1972. Naciones Unidas: A/CONF.48/14/Rev.1 

3 Ver declaraci�n de la Conferencia de R�o de Janeiro. Naciones Unidas en http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/documents/declaracionrio.htm

4 Ver declaraci�n de la cumbre de Johannesburgo 2002. En http://www.un.org/spanish/conferences/wssd/cumbre_ni.htm 

5 Ver OLADE. i) La modernizaci�n del sector energ�tico en Am�rica Latina y el Caribe: marco regulatorio, desincorporaci�n de activos y libre comercio. Quito 1997; y ii) Revista de OLADE 1997. Las reformas del sector energ�tico de Am�rica Latina y el Caribe. Tema de an�lisis en la reuni�n de ministros de OLADE.

6 Ver Publicaci�n: http://www/DRNI/proyectos/energ%C3 %ADa/proyecto.htm 

7 Ver OLADE/CEPAL/GTZ. Energ�a y Desarrollo Sostenible en A. Latina y el Caribe. Junio de 1996.

8 Ver https://www.cepal.org/es/publicaciones/27838-ener gia-desarrollo-sustentable-america-latina-caribe-guia-la-formulacion

9 Comunidad Andina (5 pa�ses) y M�xico 11-14 de septiembre de 2000; Mercosur + Bolivia+ Chile entre 31 de octubre y el 3 de noviembre de 2000; Centroam�rica (6 pa�ses) en ciudad de Panam� 27-30 de octubre de 2000. Adem�s, hubo talleres conjuntos con autoridades de Medio Ambiente y energ�a para seis pa�ses de Centroam�rica en Honduras del 21-24 de mayo de 2001; y del Caribe en Cuba 11-13 de julio de 2001.

10 Conjuntamente con PNUD y RISO en Jamaica entre el 26-28 de julio de 2000 y en Nicaragua entre 29-31 de enero de 2001. Adem�s, se realizaron talleres nacionales en Honduras 16-18 de mayo de 2001, Barbados entre el 20-22 de junio de 2001; y Per� entre 7-9 de julio de 2001.

11 Ver documento final en http://www.upme.gov.co/Docs/PEN/PEN%202010%20VERSION%20FINAL.pdf

12 Ver http://www-pub.iaea.org/MTCD/publications/PDF / Pub1222s_web.pdf. Viena 1998

13 IAEA, UNDESA, JEA, EUROSTAT, EEA. “Energy Indicators for Sustainable Development: Guidelines and Methodologies”. Viena, 2005. 

14 Ver Pol�tica Energ�tica en Am�rica Latina y el Caribe: Evaluaci�n desde una Perspectiva de Desarrollo Sostenible”. OLADE. Quito -agosto, 2005 

15 OLADE op. Cit 2005

16 Ver http://www.olade.org/es/proyecto/olade-cida/desar rollo-capacidades-pe 

17 Ver http://www.cepal.org/publicaciones/xml/9/ 13319 / Lcl.1966e.pdf

18 Ver http://www.cepal.org/publicaciones/xml/9/ 14839 / Lcl2132e.pdf 

19 Ver algunas publicaciones de los di�logos en http://www. cepal.org/publicaciones/xml/1/37451/lcw280e.pdf y http://www.cepal.org/publicaciones/xml/8/51608/Eficien ciaenergetica.pdf

20 En los pa�ses de Am�rica Latina y el Caribe, la calidad de las estad�sticas e indicadores de desempe�o que permiten cuantificar resultados de los programas nacionales de eficiencia energ�tica contin�a siendo insuficiente. Para superar esta carencia el Programa BIEE est� generando un conjunto de indicadores espec�ficos y sectoriales que permitan determinar la evoluci�n de los programas nacionales de eficiencia energ�tica, analizar los resultados y - como consecuencia - tomar las decisiones de pol�ticas que correspondan.

21 Ver entre otros Fernando S�nchez Albavera y Hugo Altomonte. Las reformas energ�ticas en A.Latina. Divisi�n de Medio Ambiente y Desarrollo. CEPAL. Santiago, abril 1997. En esta publicaci�n se resalta claramente que “la responsabilidad de las pol�ticas p�blicas, la regulaci�n y la coordinaci�n del sector es propio del Estado”.

22 OLADE (2017). Manual para la Planificaci�n Energ�tica. Op. Cit p�gina 9-12


23 Ver Alejandra Reyes. La planificaci�n energ�tica en Uruguay. Entrevista en www.olade.org 

24 En Chile la ley N� 20.571 de Generaci�n Ciudadana (antes llamada de Generaci�n Distribuida, tambi�n conocida como Net Billing), en dos a�os desde su implementaci�n s�lo se recibieron 481 solicitudes de conexi�n y de �stas hay 122 proyectos declarados ante el ente fiscalizador, equivalentes a 1,76 MW. La explicaci�n que dan los promotores y fabricantes de equipos es un tema que tiene varias explicaciones, una de car�cter tarifario en cuanto a la diferencia entre el costo y reintegro y otra que a�n no est� bien evaluado “todos los beneficios y costos econ�micos del sistema”. Ver:http://www. emol.com/noticias/Eco nomia/2016/03/09/792145/balance-de-la-ley-de-generacion-ciudadana.html

25 Ver OLADE. Gu�a para la planificaci�n. Op cit. Cap�tulo III, p�ginas 43-78

26 Si bien el concepto de gobernabilidad podr�a ser m�s amplio que el descripto o analizado en esta gu�a dado que la gobernabilidad o gobernanza en general abarca lo institucional. Pero de todas formas m�s all� de la definici�n lo que se quiere resaltar es la inclusi�n de esta cuarta dimensi�n de la sostenibilidad. Por caso CEPAL, en su libro “La gobernanza de los recursos naturales” hace referencia justamente a un concepto m�s amplio. Ver CEPAL (2016). 

27 OLADE Gu�a op. cit p�gina 252.