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6. MOTOR DE INYECCIÓN DIRECTA
(EL COMBUSTIBLE SE VAPORIZA DIRECTAMENTE EN LA CÁMARA DE COMBUSTIÓN)
Los motores diésel duran mucho, hasta medio
millón de millas o más, y hay muy pocos estudios
minuciosos y a largo plazo sobre los efectos que
produce el aceite de cocina en los motores. Lo que
está claro, sin embargo, es que decir «funcionará
en cualquier motor diésel» es una exageración.
• Unos aceites son mejores que otros.
• Unos motores son más adecuados que
otros.
• Unas bombas de inyección fusionan
mejor que otras.
• Algunos sistemas electrónicos de
distribución de combustible no toleran
los aceites vegetales.
• Hay dudas sobre el uso de aceites
vegetales en los motores de inyección
directa.
• También hay dudas sobre la utilización
como combustible para motores del
aceite de cocina usado.
Debido a este sistema de inyección, los
motores de inyección directa como por ejemplo
camiones, tractores agrícolas y motores
industriales, alimentados con aceites vegetales no
estericados, rápidamente presentan problemas
de funcionamiento. Los mismos consisten en
la formación de sedimentos carbonosos en el
interior del motor y una fuerte dispersión cíclica
que puede conducir a problemas mecánicos a
veces importantes.
En estos casos, si no se quiere modicar el
carburante, de forma que obtengamos biodiesel,
se puede actuar sobre las cámaras de combustión
para que las condiciones de temperatura durante
el funcionamiento aseguren una total combustión
de los aceites vegetales.
Es importante que el aceite este caliente antes de
que llegue a la bomba del inyector y se purgue. Los
problemas con los motores diésel de inyección
directa parecen estar asociados principalmente
con la acumulación de carbono en los inyectores
y eso se puede reducir signicativamente, si no
eliminarse, mediante el uso de aceite vegetal
calentado.
Los motores diésel actuales son motores
ecientes y de combustión limpia. La tecnología
de inyección de combustible es muy sosticada.
Las propiedades del aceite (ejemplo canola) y
el diésel son muy similares, excepto por una
diferencia signicativa en la viscosidad, ya que
el aceite tiene 12 veces la viscosidad del diésel.
Incluso después de calentarlo a alrededor de 80
grados C, sigue siendo seis veces más viscoso
que el diésel. Esto conduce a problemas con el
ujo de aceite desde el tanque de combustible al
motor, bloqueos en los ltros y las subsiguientes
pérdidas de potencia del motor. Incluso si
se utiliza el precalentamiento para reducir la
viscosidad, aún pueden surgir dicultades con el
arranque debido a las temperaturas requeridas
para que los aceites emitan vapores inamables.
Además, los motores pueden sufrir coquización
y engomado, lo que conduce a la adherencia
de los anillos del pistón debido al pirólisis de los
compuestos multienlazados. Los ácidos grasos
poliinsaturados también se oxidan durante el
almacenamiento, lo que provoca la formación
de gomas ya altas temperaturas, donde puede
producirse una compleja polimerización oxidativa
y térmica.
Entre los problemas que se han encontrado del
uso de aceite vegetal directamente en motores DI
esta:
1. Mayor viscosidad (mucho mayor) del
aceite vegetal respecto al diésel normal
proveniente del petróleo. Hay que calentar
el aceite para que los inyectores puedan
pulverizarlo bien. Si no está bien pulverizado
no arde bien y forma depósitos en los
inyectores y en los cilindros, empeora el
rendimiento, aumenta las emisiones
contaminantes y acorta la vida del motor.